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Pensar en kayakismo es pensar en Rafa Ortiz . Adrenalina y locura mezcladas en el cuerpo del mexicano que ha hecho historia por el mundo por sus hazañas.
Con 18 años de trayectoria, Rafa ha roto algunas marcas mundiales como el ‘Record Waterfall’ en las cataratas de Palouse y el ‘World Record Steepest Descent’ en el Río Santo Domingo, en Chiapas, además de conquistar otras imponentes cascadas como la “Big Banana”, en Veracruz.
Sin embargo, no todo es felicidad. Hubo una ocasión en la que Ortiz intentó dominar las Cataratas del Niágara -sin éxito-.
“Fue un reto al que le invertí más de tres años y al final no salió como queríamos”, cuenta el atleta de Red Bull en entrevista para El Universal.
Las Cataratas del Niágara suponen un desafío jugoso para cualquier amante de la adrenalina, pero las consecuencias de aventurarse a este reto podrían derivar, incluso, en la muerte.
No cualquiera acepta ese reto; la primera persona en lograr aventarse de los 45metros -y sobrevivir- fue Annie Edson Taylor, en 1901.
Rafa, por su parte, intentó formar parte del selecto grupo de atletas que lo han logrado, pero, ¿qué pasó?
“Por alguna razón, un día antes del descenso tuve que renunciar a mi sueño. Era un proyecto que se salió de control, que empezó a tener repercusiones legales más allá de lo que estaba dispuesto a aceptar como parte del riesgo”, comentó el kayakista.
“Tuve que abortar la misión y hasta la fecha le tengo mucho sentimiento al tema y se me pone la piel chinita al hablar de eso”, agregó Ortiz.
Hoy, casi 8 años después, Rafa no se arrepiente de nada, pues asegura que ganó más de lo que perdió.
“Al final me di cuenta de que no se trataba de descender la cascada, es decir, no se trata de subir el Everest , se trata de tener el valor de crecer. No cambiaría nada. Es un proyecto que me hizo crecer muchísimo. Al final gané mucho más de lo que perdí”, sentenció Rafa.