José Luis Pichel guarda silencio de repente. Después de unos segundos comienza a reír. “Todos los recuerdos que tengo de él son ligados al basquetbol, a un gimnasio o todo lo que tenga que ver con un balón. Él no hacía otra cosa que jugar cuando llegó”, dice.

Pichel fue uno de los primeros entrenadores de Doncic —la estrella de los Mavericks que jugará hoy en México ante los Pistons—, cuando éste llegó a territorio español. Lo entrenó en la categoría infantil y cadete. Es decir, de los 13 a los 15 años.

El coach recuerda que no hablaba ni una palabra de español, pero su inglés era suficiente para comunicarse con compañeros y entrenadores.

“Aunque no hubiera sabido nada de ambos idiomas, igual hubiera brillado como lo hizo. Los ejercicios los hacía mejor que nadie y cuando se le enseñaba uno nuevo, lo hacía excelente en su primer intento, como si tuviera años practicándolo”, recuerda Pichel, quien laboró en la cantera del Real Madrid hasta 2018.

Esas cualidades permitieron que Doncic fuera colocado en los equipos de 13 y 15 años. El esloveno jugaba dos partidos, incluso uno detrás de otro, todos los fines de semana.

No era algo extraño para él. Sasa Doncic, padre del muchacho, recordó al portal de la NBA que Luka también acostumbraba hacerlo cuando vivían en Eslovenia.

“No importaba con el equipo en el que jugaba. Siempre era el mejor. Lo hizo cuando era un niño, cuando ganó las tres Ligas Endesas con el equipo Mayor del Madrid, cuando el Campeonato Europeo con Eslovenia. Y lo hace ahora con los Mavericks. No me sorprende lo que hace, porque siempre lo ha hecho”, agrega.

Doncic

vive su segundo año en la NBA y en la presente campaña promedia 30 puntos por juego e incluso supera en ese departamento a LeBron James.

“Es un talento nato. Sólo comparado con otros deportistas, como Lionen Messi y Roger Federer”, dice Pichel.

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