Diez años después, la gente no lo olvida. La respuesta de la afición que lo encumbró como el ídolo más reciente de la ha sorprendido hasta al propio Místico .

Tras sus primeras presentaciones en las arenas del Consejo Mundial de Lucha Libre, recintos casi vacíos por las restricciones que impone la pandemia, pero que retumbaron de nuevo con la figura del enmascarado, ha tomado el reto sin pretextos. Y con la armadura que los años le han dejado para soportar lo que venga, su objetivo es regresar a lo más alto del pancracio.

Y no le da miedo el tamaño del reto; es más, se crece. “Hablar de lucha libre es hablar de Místico, del Consejo Mundial de Lucha Libre y de la oportunidad que me ha brindado una vez más. Es algo que me cayó del cielo. Recuperar el personaje después de 10 años fue como retroceder a momentos maravillosos, como cuando le quité la máscara a Black Warrior”, comparte, en entrevista con EL UNIVERSAL Deportes.

“No dormí de cara a este regreso”, acepta. “ Era algo que soñé , pero que no esperaba tan pronto. Estaba como niño con juguete nuevo, no sabía qué iba a hacer, no tenía una máscara ni un equipo listo. Ahora tengo que trabajar para no defraudar a nadie”.

La emoción al salir e hincarse de cara al ring fue indescriptible, “pero escuchar el grito de ‘¡Místico!’ me hizo explotar en lágrimas. Después, escuchar las historias de los jóvenes que me veían cuando eran niños, redondeó todo este sueño”.

Una aventura que apenas reinicia, y hoy tiene frente a sí su primer gran reto: Ganar la eliminatoria de la Copa Independencia, cita con la que el CMLL arranca los festejos por el 88 aniversario de su fundación.

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