El norirlandés Rory McIlroy resurgió en el Bay Hill Club & Lodge de Orlando ( Florida, Estados Unidos) y este domingo acabó con una racha de casi un año y medio sin victorias al ganar el Arnold Palmer Invitational , torneo del PGA Tour en el que el estadounidense Tiger Woods coqueteó con victoria por segunda semana consecutiva y acabó quinto.
McIlroy, de 28 años y que comenzó el torneo desde el decimotercer puesto de la clasificación mundial, logró en Orlando su vigésima victoria profesional, decimocuarta en el PGA Tour y primera desde que el 25 de septiembre de 2016 ganó el Tour Championship .
Han transcurrido 26 torneos y 540 días para ver de nuevo al norirlandés levantar un trofeo al ganador de cuatro 'majors' ( US Open de 2011, Abierto Británico de 2014 y Campeonato PGA de 2012 y 2014 ). El jugador norirlandés de Holywood acabó el torneo con 270 golpes totales (18 bajo par).
Este domingo arrancó desde la segunda plaza, pero una espectacular ronda final de 64 (-8) le permitió hacerse con la victoria. Empezó a presentar su candidatura con tres birdies en los nueve primeros, y acabó de asegurarse el triunfo con una racha de cuatro birdies seguidos entre el 13 y el 16 y uno más de remate en el 18. McIlroy empezó 2018 con un tercer puesto en el Abu Dhabi HSBC y un segundo en el Omega Dubai Desert Classic. Luegó fallo el corte en el AT&T Pebble Beach Pro-Am, fue vigésimo en el Genesis Open y quincuagésimo noveno en The Honda Classic. La semana pasada no pudo jugar las dos últimas rondas del Valspar Championship.
A tres impactos del ganador terminó el joven jugador estadounidense Bryson DeChambeau, de 24 años y que rozó su segundo título, y a cuatro y cinco lo hicieron el inglés Justin Rose y el sueco Henrik Stenson, campeón y subcampeón olímpico en Río 2016. Stenson empezó el último día como líder, pero una vuelta de 71 (-1) le privó del que habría sido su primer triunfo desde que el 20 de agosto de 2017 se impuso en el Wyndham Championship.
Tiger Woods volvió a quedarse a la puertas de su primer triunfo desde 2013. El exnúmero uno mundial y ganador de 14 grandes empezó este domingo con birdies al 4, al 6 y al 8, aunque un bogey en el 9 frenó su ascenso. Una nueva racha de tres birdies (10, 12 y 13) le permitió soñar de nuevo con el triunfo, como ya estuvo a punto de lograr el domingo pasado en el Valspar Championship.
Sin embargo los bogeys que cometió en el 16 y en el 17 le cerraron las puertas a su novena victoria en el Arnold Palmer y la octogésima en el PGA Tour. Acabó quinto a ocho golpes de McIlroy. El californiano, que ya ha dejado atrás una larga racha de lesiones y problemas personales, volvió a dar muestras de su buen estado de forma y de que su regreso a la senda del triunfo está muy cercano. La semana que viene se disputa el World Golf Championships-Dell Technologies Match Play, en el tejano Austin Country Club.