Más Información
¿Maíz transgénero? Rubén Rocha corrige desliz durante discurso en Sinaloa; destaca importancia del maíz blanco
Sheinbaum asegura apoyo total a Sinaloa para enfrentar violencia; "Nunca los vamos a dejar solos, aquí está la presidenta"
Dictan 600 años de prisión a "El Negro" Radilla y "El Cone"; responsables de secuestrar al hijo de Javier Sicilia
Familias de desaparecidos en Mazatlán irrumpen en evento de Sheinbaum; mandataria promete atender peticiones
Sheinbaum responde a Trump sobre declarar a cárteles como organizaciones terroristas; rechaza injerencia extranjera
Con el retiro de Maria Sharapova , no sólo se va una tenista que, durante 21 semanas, fue considerada la mejor del mundo. Algo de lo peculiar en la carrera de la rusa y que dio de qué hablar durante los 19 años que se mantuvo activa, fueron los famosos gritos que emitía en cada jugada.
Además del castigo por dopaje que la tuvo 15 meses fuera de las canchas, siempre hubo otra gran polémica a lo largo de su carrera. Muchos jugadores acostumbran gritar al momento de golpear la pelota con la raqueta; sin embargo, el caso de ' Masha ' llamó la atención por la intensidad que imprimía en el sonido que realizaba.
Puedes leer: "María Sharapova anuncia su retiro del tenis"
Mientras los aficionados comenzaron a identificarla por su juego y estos ruidos -intensificados a partir de su victoria en Wimbledon en 2004—, otras personas la criticaron, al relacionar su grito con un tema sexual y bajo el argumento de que distraía a las rivales, que también llegaron a quejarse.
"Es asqueroso y repugnante", dijo alguna vez el extenista alemán, Michael Stich , sobre los 100 decibeles que llegaron a contársele a la también modelo. Incluso, varios árbitros le llamaron la atención en múltiples ocasiones.
Te puede interesar: "María Sharápova: La emotiva carta con la que dice adiós al Tenis"
Aun así, Sharapova jamás dejó de gritar y se aferró a que no era capaz de controlar o reducir la pasión con la que jugaba al tenis. Hoy, ha hecho oficial que no se escuchará más en una cancha y con esto pone fin, también, a la otra gran polémica en su carrera.