Guadalupe González
se ha refugiado en el silencio. No quiere dar declaraciones hasta que conozca el veredicto de su audiencia sobre su dopaje con la Unidad de Integridad de la Federación Internacional de Asociaciones de Atletismo (IAAF), la cual tuvo la semana pasada y cuya resolución conocerá hasta la semana próxima.
Un veredicto negativo y severo podría dejarla fuera de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, como ya truncó su participación en los Juegos Panamericanos de Lima de este año al imposibilitar su participación en el selectivo nacional.
“Por ahora no puedo [dar entrevistas]. No tengo una fecha de cuándo lo pueda hacer, pero será cuando conozca la resolución”, dice la andarina, de 30 años, a EL UNIVERSAL Deportes.
Mientras tanto, se ha mantenido entrenando, una petición expresa que le hizo Ana Gabriela Guevara, titular de la Conade, en cuanto supo de su situación.
“Se lo dije porque una resolución favorable la puede reactivar en cualquier momento. No queremos que ella esté fuera de ritmo”, menciona Guevara.
González dio positivo por trembolona,
un anabólico que aumenta la masa muscular. La defensa de la anadarina se basa en que falló el examen antidopaje por consumo de carne infectada, pero el semanario Proceso indicó que dio más de .7 nanogramos (el límite permitido) por el consumo de un suplemento alimenticio.
Los antecedentes tampoco le favorecen a González. El saltador largo Jarrion Lawson pelea contra la IAAF por eludir una suspensión de cuatro años, debido al consumo de epitrenbolona, una ramificación de la trembolona. El estadounidense, al igual que la marchista, dijo que había fallado el test antidopaje por carne contaminada.
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