Gran parte de la atención que generan las finales de Wimbledon no se tratan de los protagonistas en la cancha central del All England Club , sino de los que observarán el juego desde los 74 asientos del Palco Real (Royal Box).
La Duquesa de Sussex, Meghan Markle , junto con su esposo, el Príncipe Harry , tendrán un asiento de primera fila para ver a su amiga Serena Williams competir por su título 24 de Grand Slam ante Angelique Kerber el sábado. Williams asistió a la boda de Meghan y Harry en el Castillo de Windsor en mayo.
Lo verdadero es que los miembros de la realeza no eligen a sus invitados. Las invitaciones provienen del presidente del All England Club.
Aquí se respira historia, tradición y meollo, pero sin renunciar a la modernidad. Los huéspedes están invitados a la casa club para el almuerzo, té y bebidas. La vestimenta es estríctamente formal y el elenco rota cada día del torneo que dura dos semanas. Muchos de ellos, personajes reconocidos, pueden traer un invitado para disfrutar los partidos desde la caja forrada de roble.
Desde 1922 cuando Jorge V lo inauguró, el torneo goza de ese palco exclusivo al que acuden personajes como la Reina Isabel II, los ex primer ministros y los Duques de Cambridge ; deportistas como Lewis Hamilton, Bobby Charlton, David Beckham, Andy Murray y múltiples miembros de la farándula, han disfrutado de esta exlusiva área.
Pero estar en la lista de invitados no te asegura un lugar en este espacio. La puntualidad y la vestimenta son vitales.
La hermana menor de Kate Middleton , esposa del principe William, llegó unos minutos tarde para un partido de Andy Murray en 2017 y no se le permitió entrar al palco. Ella y su madre fueron enviadas a las gradas.
Hay un código de vestimenta estricto para las personas en esos asientos principales. A los hombres se les pide vestimenta elegante y a las mujeres se les prohibe usar sombreros para no tapar la visión de quienes se sientan detrás de ellos. También está prohibido tomar fotos, ya que todos los celulares deben permanecer apagados durante todo el encuentro.
El piloto británico de Fórmula Uno, Lewis Hamilton , no pasó el corte en 2015 porque no llevaba traje ni corbata, y no se le dio acceso a los partidos de aquel día.
Pero en raras ocasiones, el torneo no respeta las reglas. El dos veces campeón Andy Murray llegó a ponerse una sudadera deportiva el año pasado, sin acarrear consecuencias.
La invitación inicial es por correo electrónico, y una vez que un invitado acepta, recibe un boleto en papel que se parece a cualquier otro cupón, excepto que tiene impreso "Royal Box". Para guardarlo...
Finalmente, cualquier tenista que pase los cuartos de final, llegue a semifinales, pierda o gane la final, obtendrá una membresía de por vida para entrar al torneo.
Aunque los miembros de la realeza no se mezclan con los invitados en el almuerzo de antemano, toman sus asientos de la primera fila para la foto grupal.
Las reglas no son tan rigurosas como lo fueron una vez. La tradición de los jugadores inclinándose o haciendo una reverencia a los miembros de la familia real al entrar o salir de la Cancha Central fue desechada en 2003.
Las únicas excepciones son cuando la reina está presente.