Los Lakers de Los Ángeles ya han recorrido la mitad del camino hacia su decimoséptimo título de la NBA.
Tras derrotar 124-114 al Heat de Miami en el Juego 2, el equipo californiano cargó las Finales 2-0 en su favor.
LeBron James, quien disputa en la burbuja de Orlando su décima serie de campeonato, nunca había tenido dicha ventaja en la contienda decisiva por el Larry O’Brien.
Los del sur de Florida buscaron hacer pesar la estadística; sin embargo, dos de sus tres jugadores más importantes fueron marginados por lesión.
Las ausencias de Bam Adebayo y del esloveno Goran Dragic debilitaron el perímetro del Heat y le otorgaron a Jimmy Butler la tarea de robarle el show al trabuco comandado por Frank Vogel.
Como era de esperarse, el exjugador de los Bulls no pudo hacerlo. Su doble-doble de puntos y asistencias (25-13) no logró opacar a la dupla más imponente de la Liga.
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Anthony Davis dominó el encuentro con 32 unidades (15 de 20 desde el campo) y 14 rebotes. 15 de esos puntos llegaron en el tercer cuarto, cuando el electrónico ya exhibía superioridad de los amarillo y púrpura, que ayer portaron su uniforme negro edición ‘Black Mamba’.
En el ramo individual, se trató de un duelo histórico para ambos quintetos. El ‘Rey’ James llegó a 508 rebotes en Finales, con lo que superó a Kareem Abdul-Jabbar y se colocó cuarto en la lista histórica.
Del otro lado, fue Tyler Herro quien, entre la amargura de la derrota, grabó su nombre como el jugador más joven en iniciar un partido en la máxima instancia del baloncesto estadounidense. Con 20 años y 256 días, de edad, dejó atrás la marca del legendario Earvin ‘Magic’ Johnson.
La serie se reanuda el domingo y, para entonces, el Heat podría recuperar algunas de sus piezas para tratar de evitar que su otrora referente les robe la oportunidad de coronarse por cuarta ocasión.