Ser luchadora profesional ha sido una aventura que le costó a la chilena Stephanie Vaquer alejarse de su país, para aprender las bases correctas del pancracio. En su país no era sencillo hacerlo, sin antes tropezar con más de un charlatán.
A los 16 años fue su primer intento en tierra andina, pero solo perdió el tiempo con alquien que no era profesional y del que no aprendió mucho. "Decidí que me iba de Chile porque ahí no iba a crecer y sabía que la mejor escuela era México".
No fue sencillo, trabajó durante tres años para reunir el dinero suficiente para tomar un avión, y sin conocer a nadie, empezar de cero en suelo mexicano.
"En Chile no hay lucha profesional, lleva muy pocos años y no hay profesores. El amor a la lucha libre hace que se junten para ayudarse y entrenar. Lo que he aprendido aquí me ha servido para cuando voy a Chile, enseñar cosas básicas, desde un tres cuartos, una maroma, porque allá no hay quién te guíe para hacerlo. Espero que eso los motive a salir para ir creciendo. Sé que en todo sudamérica hay mucho talento, y ojalá pronto se establezca como lucha profesional".
En su caso, hay muchas personas que la inspiraron en el camino, pero no duda en señalar a la canadiense Dark Angel, como la más influyente en su vida profesional."Incluso me comparan con ella. Con ella me pasó algo muy chistoso. En Chile yo era valet y mi nombre era Dark Angel, sin saber que ya existía en México, una vez la encontré en internet y al ver sus videos me sorprendió. Lo primero que hice fue cambiarme el nombre por respeto".
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Desde ese momento supo que era una persona admirable, una luchadora con mucha capacidad y cuando llegó a México la encontró en los entrenamientos. "Hubo un tiempo en el que yo era mesera en un restaurante y ella vivía justo enfrente, entonces la veía salir a entrenar, siempre muy profesional, con el tiempo la fui conociendo y fue muy amable conmigo".
En el 2018 se volvieron a encontrar en un 'tryout' de la WWE, la canadiense era 'coach' en el evento. "Me reconoció y me deseó mucha suerte. Siempre ha sido una inspiración porque ha estado en grandes empresas en todo el mundo, es un referente para las extranjeras que vienen a aprender la lucha libre en México".
El tiempo ha pasado, y aunque tardó en lograrlo, ahora es parte del Consejo Mundial de Lucha Libre, empresa en la que Dark Angel fue estrella. Solo que Stephanie busca el éxito en una esquina contraria. "La realidad es que me sentía extraña de técnica, fuera de lugar, pero fue un buen desafío. Ahora soy una luchadora más completa y como ruda estoy a gusto. No me interesan cabelleras, campeonatos ni fama, solo quiero dominar todos los estilos para ser mejor cada vez".
Tuvo profesores como Villano IV, El Apache y Ricky Marvin, que le enseñaron las bases y eso le permitió entrar bien a los entrenamientos de la Arena México. "Eso me ayudó a adaptarme como una atleta fuerte. No busqué ser la primera sudamericana en el CMLL, pero lo hice con alegría y también mucha presión, fue un sueño cumplido que sigo viviendo".