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Cinco años han pasado desde la muerte del Hijo del Perro Aguayo , mientras luchaba en el auditorio Fausto Gutiérrez de Tijuana. Un vacío que nadie ha llenado sobre el cuadrilátero y que mantiene vivo su recuerdo sobre los enlonados profesionales.
El quinto aniversario luctuoso del perrito llega en un momento en el que la lucha libre, el mundo en el que creció, maduro y se hizo hombre, está detenido debido a la contingencia sanitaria provocada por el Coronavirus a nivel mundial.
Hace no mucho tiempo, en julio pasado, para ser más preciso, su padre, el Perro Aguayo perdió la vida a causa de un infarto, de tristeza, confesaron algunos de sus allegados, del dolor que no pudo superar taras haber perdido a su heredero.
No fue el único, Primavera Aguayo Ramírez, hija de don Pedro no olvida la noticia que desde la Ciudad de Tijuana trastocó para siempre la vida de su familia.
"Hace 5 años recibí la noticia que destruyó mi vida. Esa noticia que me partió el alma en pedazos, que me enseñó lo que es el dolor más grande que existe", compartió en sus redes sociales.
Desde entonces, lamenta en su escrito. "ninguno de nosotros volvió a ser el mismo, ninguno de nosotros volvió a estar completo. Ahora entiendo que fue porque al irse te llevaste una parte de nuestra alma y de nuestro corazón. Nunca te gustó estar solo y no podíamos dejar que te fueras solito, teníamos que acompañarte de alguna manera".
El dolor de no haber haber podido estar con su hermano, sigue el texto, tampoco la deja tranquila, "el no haber podido tomar tu mano, no haber podido darte un último beso y decirte cuánto te amo. Te extraño cada día, cada minuto, cada segundo. Pero cuando siento que ya no puedo más, recuerdo que alguien me dijo un día que cuando quisiera abrazarte solo tenía que abrazarme a mi misma por que cada célula de tu cuerpo era idéntica a las mías, y que por mis venas corre la misma sangre que corría por tus venas. Estoy segura que así como tú te llevaste parte de mi, me dejaste parte de ti".
Quedan pocos rastros luchísticos de los Aguayo a nivel profesional, pero sus huellas siguen intactas. Por ahora, sin un continuador de la leyenda en el panorama, pero con Primavera en pide guerra en el Gym Aguayo, donde tal vez, en un futuro, un nuevo cachorro se anime a tomar el legado que sus antepasados dejaron y honrarlo sobre el cuadro de batalla.
Pasan los años y el nombre del Hijo del Perro Aguayo no se olvida. Es cierto, el concepto que lo catapultó a niveles insospechados de idolatría sobrevive, desgastado por el paso del tiempo y sin una razón clara del por qué no ha sido enterrado.
"A cinco años de la partida física de Pedrin, seguimos viviendo día a día con su ausencia que pesa más como ser humano por todo lo que nos aconsejaba. Veía las cosas al igual que en lo profesional, la gente que estábamos alrededor de él como la fue la última generación de Perros del Mal que estuvimos fue una pérdida que llevamos en el corazón y que sobrellevamos y tratamos de crecer cada uno como él hubiera querido", comparte Khan del Mal, un personaje muy cercano a la familia.
"Él decía que Perros del Mal era como una escuelita que él quería para ayudarnos a crecer, y, a pesar que desde la los primeros integrantes como Héctor Garza, Damian y Hallowen no requerían nada, pues ya tenían una carrera sólida y consolidada, todos y cada uno aportó para Pedro y el grupo así como les dejó una parte de él en todos", recordó.
Sin embargo, al menos en este año no habrá mayores eventos para recordar al líder de la jauría, el Covid-19 lo impide. "Se pospuso su homenaje que en San Luis Potosí , y su misa tuvo que ser sin gente por las condiciones del virus. Además, se presentaría el documental del 'Mexico Perro' este día. Todo se tuvo que posponer".