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Robert Franco
llegó a Pyeongchang con la misión de mejorar lo hecho en Sochi 2014 . El lugar 27 que alcanzó en la prueba de freestyle de esquí acrobático no le permitió mejorar su rendimiento, pero sí adquirir aún más experiencia y aprender de lo que vivió.
El hecho de representar a México fue ya un premio al esfuerzo y dedicación que durante años le ha puesto al deporte invernal. La llama olímpica se ha vuelto a apagar, pero con este reto cumplido inicia una nueva aventura, pues Robert nunca deja de apuntar alto.
- ¿Qué sensación te deja el haber participado en los Juegos Olímpicos?
“Estoy muy agradecido por la oportunidad de representar a México, a mi familia y a mí mismo”.
- ¿Cómo comenzaste a practicar esta disciplina?
“Empecé en esta disciplina porque disfruté todo lo que implica desde un inicio. El ir rápido y saltar alto me motivó”.
- ¿En qué consiste tu especialidad?
“Consiste en vueltas, saltos y un estilo personal único. ¡He estado esquiando durante 22 años y todavía es desafiante y divertido para mí!”
- ¿Qué objetivos te planteaste para esta edición Olímpica?
“Mis objetivos fueron divertirme, disfrutar de la experiencia y buscar una medalla, aunque esto último no se haya dado”.
- Después de haber vivido esta experiencia, ¿con qué sueñas ahora?
“Sueño con ganar y hacer una diferencia en este mundo. ¡Espero que el esquí continúe dándome la posibilidad de hacer eso!”
- Fuiste uno de los cuatro atletas que nos representó con orgullo, ¿qué sentimiento te generó?
“Me hizo sentir motivado, pero también honrado”.
- ¿Consideras que es un momento para cambiar la historia de los deportes de invierno en México?
“Sí, creo que está en nosotros como esquiadores cambiar la historia de este país?
- ¿Por qué decidiste representar a México?
“Por las oportunidades y la posibilidad de inspirar a más personas para probar el deporte que amo”.
