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Este mediodía, el argentino Diego Schwartzman hará su presentación en el US Open 2018, al enfrentar a su compatriota Federico Delbonis, con la ilusión de continuar en la suma de puntos para ingresar al Masters.
Schwartzman, 13 del mundo, aspira a colocarse dentro de los ocho mejores a finales de año cuando muchas veces le dijeron que no podía ser profesional.
“Muchas veces me dijeron que no sería tenista. Me dijeron que sería muy complicado, porque es una realidad que los mejores tenistas miden 1.90 m; es muy difícil, pero yo crecí sin pensar en eso”, declaró el bonaerense.
Con 1.68 m de estatura, Schwartzman es el jugador de menor tamaño dentro de los 100 mejores de la ATP.
El Peque, como se le conoce dentro del circuito, señaló lo que tuvo que hacer para contrarrestar la ventaja de sus adversarios con el tamaño y fuerza de saque.
“Mi entrenamiento lo tengo que hacer muy bien. Trabajar mucho en el juego de piernas. Tengo que hacer las cosas fuera de la cancha mucho mejor que el resto de los jugadores, porque yo no tengo la facilidad de jugar esos games. He mejorado mucho mi saque y eso ha servido para que estar donde estoy”, comentó Schwartzman.
La decimotercera raqueta del mundo se dio tiempo para agradecer a las personas que ayudaron a su crecimiento deportivos desde que empezó a practicar y en especial a Juan Ignacio Chela.
“No es fácil en Argentina jugar al tenis. A mí se me complicó y tuve la fortuna que ellos buscaron apoyo en amigos y gente conocida que desde chiquito me ayudaron mucho ,y gracias a eso, estoy aquí. Juan Ignacio [Chela] me ayudó bastante porque venía de mucho tiempo parado, quería volver al tenis y trató de transmitírmelo a mi”, apuntó Diego.
El año pasado, el Peque llegó hasta los cuartos de final del US Open antes de despedirse ante el español Pablo Carreño, y en esta edición espera superarlo.