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Desde hace 13 años, aproximadamente, dedicarse a los videojuegos es una opción real de vida para cualquier individuo; competencias globales que generan ganancias millonarias, equipos y organizaciones que reciben patrocinios igual de jugosos y una base de aficionados que crece año tras año, han vuelto a los eSports, como se denomina a los videojuegos competitivos, el deporte con mayor crecimiento exponencial.
Para poner en perspectiva el alcance de esta actividad, el gamer profesional con más ganancias hasta la fecha (Kuro KuroKy Takhasomi, alemán especializado en el juego de estrategia en tiempo real Dota2), suma 4 millones 97 mil 962 dólares sólo por concepto de victorias, sin contar patrocinios.
Esta industria ya existe en México, pero está en camino a la profesionalización, toda vez que la Federación Mexicana de eSports (FEMES), fue reconocida por la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte y por la Confederación Mexicana del Deporte.
Además, los organizadores Javier Rodríguez (secretario general) e Ismael Silva (presidente), reunieron a varios países para crear la CONCECARES, Confederación Centroamericana de eSports, cuyo principal objetivo es impulsar la inclusión de este deporte en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Para hacer crecer esta actividad en México, FEMES, que todavía no podrá recibir dinero del presupuesto de la Conade pero sí es candidata para el siguiente año, creó tres ligas (Gold, Diamante y Universitaria). Torneos de Tekken y Soulcalibur (ambos títulos de combate) serán los primeros eventos que organicen y, según confirmó a EL UNIVERSAL Deportes el secretario general Javier Rodríguez, ya están “en pláticas muy avanzadas” para obetener licencias de EA Sports, los creadores de videojuegos populares como FIFA, Madden y las entregas de NBA Live.
