Más Información
INAI señala que es vital que la Convención Interamericana sobre Obligaciones Alimentarias informe procedimientos; solicita apoyo de la SRE
“Tenemos plan”, dice Sheinbaum ante amenaza de Trump de aranceles a petróleo; el objetivo es que no ocurra
Operativo en Izazaga no fue por presión de Trump, asegura subsecretario de Industria y Comercio; habrá más medidas contra piratería
Ray Lewis
y Brian Urlacher atemorizaron a los atacantes rivales en el centro del terreno. Randy Moss y Terrell Owens hicieron lo propio ante los defensores contrarios por las bandas.
Los dos rudos linebackers y el par de espectaculares receptores figuraron entre ocho elegidos al Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional el sábado. El safety Brian Dawkins recibió también el mínimo de 80% de apoyo por parte de los 47 votantes del recinto, junto con Bobby Beathard, en la categoría de personas que han contribuido con el desarrollo de la NFL.
La lista se completó con Jerry Kramer y Robert Brazile, seleccionados por el comité de veteranos.
Pero los dos mayores astros de esta generación son Lewis y Urlacher, los dos linebackers que consiguieron el honor en su primer intento. Se destaca también la dupla de veloces receptores, que a veces causaron a sus propios equipos tantos problemas como a sus adversarios.
Moss resultó elegido también en su primera oportunidad, mientras que Owens debió esperar hasta su tercer año en la papeleta para reunir el apoyo suficiente.
Owens y Moss jugaron para cinco equipos diferentes en sus carreras y colmaron la paciencia de los dirigentes en muchas de esas organizaciones, ante su incapacidad frecuente de llevarse bien con compañeros y entrenadores.
Pero en su mejor momento, fueron jugadores capaces de infundir miedo, lo mismo que Moss y Owens, seleccionados alguna vez como miembros del equipo ideal de la década del 2000.
Moss apareció en escena como novato en 1998, con Minnesota. En aquel año logró 17 recepciones de anotación, la mayor cifra de la liga, y guio a los Vikings hasta la final de la Conferencia Nacional.
Su combinación de rapidez y condiciones atléticas lo convirtieron en el receptor más peligroso, por su capacidad de hacer jugadas clave que dejaban avergonzados a los contrincantes.
Encabezó la NFL en recepciones de touchdown en cinco ocasiones, incluido el récord de 23 que impuso por Nueva Inglaterra en 2007. Fue seleccionado cuatro veces como miembro del equipo ideal, All-Pro.
Finalizó su carrera con 982 recepciones para 15.292 yardas, y es segundo de la historia con 156 pases atrapados para anotación.
Owens llegó a la liga seleccionado en la tercera ronda del draft de 1996 por San Francisco. Sin embargo, se convirtió en una estrella recordada por algunas acciones sobresalientes en la postemporada, incluida una recepción de 25 yardas para anotar y definir el encuentro ante Green Bay en 1999.
Aportó 177 yardas en una remontada frente a los Giants en 2003, y contribuyó con nueve recepciones para 122 yardas en el Super Bowl de 2004, frente a Nueva Inglaterra, apenas siete semanas después de haberse fracturado una pierna.
Owens es segundo, sólo detrás de Jerry Rice, con 15.934 yardas mediante recepciones. Figura tercero en la lista de más touchdowns mediante pases atrapados, con 153.
A Lewis se le considera uno de los mejores linebacker interiores de la historia. Ganó dos premios de The Associated Press al Mejor Jugador Defensivo del Año, y fue elegido All-Pro en ocho ocasiones.
Fue el ancla de una defensiva dominante con los Ravens de Baltimore en 2000, una campaña en la que terminó elegido como el Jugador Más Valioso del Super Bowl. Se retiró como campeón, tras ganar con Baltimore el Super Bowl de 2013, frente a San Francisco.
Lewis se unió al tackle Jonathan Ogden como los únicos jugadores de los Ravens votados como integrantes del Salón de la Fama. Ambos fueron seleccionados en la primera ronda del draft de 1996, antes de la primera campaña en la historia del equipo.