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Haber sido el rival más importante del Perro Aguayo en su última década de actividad profesional, no es un tema menor, así que Máscara Año 2000 no oculta la tristeza que le provoca la partida del “ Can de Nochistlán ”, quien este miércoles falleció en Guadalajara .
“Fue mi mejor y peor rival, pero también mi mejor amigo porque lo fuimos desde que inicié en la lucha libre”, comparte Jesús Reyes , quien junto a sus hermanos fue culpable de varias de las cicatrices que trazaron el rostro de Aguayo .
Su rivalidad nació lejos de la Arena México , en el exilio que ambos hicieron para ser parte del nacimiento de Triple A , un pique que alcanzó para convocar a más de 57 mil aficionados en la Plaza para ver caer la máscara del Dinamita en manos del sabueso.
“Fue un orgullo ser su compañero y rival. Es el símbolo de la lucha libre. El más grande de toda la historia, mis respetos para él, por siempre”. Describirlo es complicado. “No tengo una palabra para definir lo que es, lo admiré siempre. Arriba éramos los rivales más odiados pero abajo siempre fraternos”.
Ya en el retiro, el can sacó las fuerzas necesarias para volver a la Arena México y ayudar a su heredero en un duelo de cabelleras con Máscara Año 2000 y Cien Caras , volvió a ganar. “La última vez que lo vi fue en otra Triplemanía y después ya no tuve la oportunidad, le mando un abrazo a dónde quiera que esté mi querido Perro Aguayo ”.