En varias partes del país, con la participación de diestros mexicanos y españoles, la actividad taurina entró en auge y empecemos por congratularnos con la apertura de las novilladas en La México, en la cual, el resultado triunfal lo fue para José Sainz que, de un novillo de San Constantino, obtuvo un trofeo.

La despedida de Manuel Perera como novillero, no fue lo triunfal que él y su ejemplar maestro, Juan José Padilla hubieran querido, pero, como dice la canción, siempre vendrán tiempos mejores, mismos que le deseamos a Manolo en Sevilla el próximo 7 de mayo, cuando se convertirá en matador.

El jueves 21 de abril, en Tepic en la plaza Don Antonio, propiedad de los Echevarría ante un encierro de Begoña, el que cortó el bacalao fue El Galo con dos trofeos en su espuerta, El Conde uno y El Juli vuelta al ruedo, en un coso abarrotado.

Esa misma tarde, en Aguascalientes Gerardo Adame que, se aferra a no quedarse rezagado, conquistó a sangre y fuego -con 5 costillas fracturadas- la Oreja de Oro que puso en disputa la Asociación Nacional de Matadores, cuarta en su carrera ante toros de Corlomé, cuyo quinto de la tarde fue premiado por César Pastor, el juez de plaza, con arrastre lento. José María obtuvo un trofeo y Calita palmas.

El viernes 23 de abril, con una gran entrada, el público sanmarqueño fue testigo de la transformación patente en la tauromaquia en, Andrés Roca Rey.

El peruano además del valor espartano que posee, ha logrado un toque de reposo que a la larga le dará un sello artístico que, le hará construir faenas inolvidables, como nos relatan lo fue, la faena al toro de Bernaldo de Quirós, Cocinero, al que le trazó una faena muy importante, ya nos extenderemos con calma, pero parece ser un gran acierto el colocar al matador en retiro, Roberto Domínguez, como su apoderado.

Dos trofeos y en hombros, se fue Andrés de la Monumental de Aguascalientes, mientras Diego Silveti y Arturo Macías fueron ovacionados.

El sábado 23 de abril se vivió un festejo, en el cual se tiene que destacar el arte y deseos de trascender de El Payo, quién logró con los toros de Fernando de la Mora, dos trofeos y mejor aún, el respeto de la parroquia, por su manera valiente y artística de acometer el compromiso. Diego San Román no pierde el paso y junto con El Payo, salió en hombros. El Juli tuvo detalles, pero, por esta vez se fue en blanco al igual que el torero a caballo, Fauro Aloi.

En Texcoco ese día Antonio Ferrera, logró una gran faena con un toro de José Garfias, que fue un dechado de nobleza y codicia, junto con la inspiración del torero se fusionaron en una actuación inolvidable, según me relatan, quienes en vivo fueron testigos de tan importante acontecimiento y en el que la empresa de Pedro Haces, rindió homenaje a Jorge Gutiérrez.

En la vuelta al ruedo del toro de los máximos trofeos, Hidalguense, con los hermanos José e Isabel Garfias y el matador español, recordamos que con un novillo de Santa Isabel -de esa casa, del inolvidable Pepe- debutó la ahora apoderada de Antonio, Cristina Sánchez, en La México, el 24 de septiembre de 1995, con Rubito y César Alfonso Ramírez, en el cartel.

Los colegas de Antonio, Sergio Flores y El Galo, se llevaron un trofeo cada uno a casa.

El domingo 24 de abril en Tijuana, en La Monumental de las Playas -coso al que tengo un gran cariño, pues mi hermano Luis Alonso ahora en La Gloria, además de periodista en aquellos lares fue juez de esa plaza- el resultado le fue favorable a El Juli, en hombros de la afición abandonó el gran coso fronterizo, después de maciza faena a un toro de Villa Carmela, del que logró dos trofeos, mientras sus colegas: El Conde y El Payo, uno cada uno.

Ese mismo día en Aguascalientes, ante toros de Teófilo Gómez, los cuales, resultaron gran materia prima para Juan Pablo Sánchez con un trofeo y respectivamente tres y dos, Andrés Roca Rey y Luis David, quienes en hombros -de la entusiasta afición de una tierra que abraza al toreo como pocas en el mundo-salieron felices del coso, así, como el ganadero, con un encierro que en conjunto lo relatan como el mejor de lo que va del serial sanmarqueño.

En Texcoco y a velocidad de rayo, el Fandi y su futuro ahijado en Madrid, Leo Valadez, salieron en hombros después de obtener dos trofeos respectivamente de, astados de San Marcos, mientras que El Zapata recibió palmas en lo que constituyó la última corrida de la feria.

En el sur en San Cristóbal las Casas en hombros el hijo ganadero Julio Uribe Curn de Torreón de Cañas y los matadores Diego Silveti y Fermín Espinosa Armillita IV después de triunfal tarde.

Faltando varios festejos celebrados en otras localidades del país, la misma semana, como el de Juriquilla, el viernes en beneficio de Tauromaquia Mexicana y en homenaje a Eloy Cavazos, espero lo aquí descrito de idea, de cómo se está moviendo el llamado cotarro taurino, el cual afortunadamente, está en gran movimiento y seguirá así, las próximas semanas. Sea para bien.

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