Durante mucho tiempo, la imagen del skate en México fue considerada como la de un refugio para niños y jóvenes rebeldes que escapaban de sus casas para tomar el ritmo de las calles respaldados por música de punk.
Y aunque en un principio el skateboarding fungió como otros tantos movimientos contra la autoridad, en los año recientes, ejércitos de niñas y niños invaden los parques a bordo de sus patinetas para practicar y formar parte de un equipo profesional que les pueda dar la plataforma para vivir de esta disciplina y a su vez soñar con representar al país en unos Juegos Olímpicos.
Ante el poco apoyo de autoridades gubernamentales, la empresa Vans incorporó a 14 mexicanos a un programa de desarrollo en el cual los jóvenes skaters reciben calzado, sueldos, viajes, gimnasio, clases de inglés y apoyo nutrimental.
“Nosotros ofrecemos un plan de crecimiento al talento mexicano para que puedan subir a los puestos más altos de la clasificación mundial y a su vez tengan un desarrollo personal”, contó Marco Corona, director de Action Sports de Vans MX. Dentro de los mexicanos más adelantados rumbo a Juegos Olímpicos se encuentran Iztel Granados y Óscar Meza.
Para Max Barrera, pionero del skateboard en el país, las oportunidades que están teniendo las nuevas generaciones potencializarán a México en este deporte en un corto tiempo.
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