Todo empezó como un juego para Crisanto Grajales ; tenía que jugar allá en las playas de Xalapa, Veracruz. .. Jugaba a nadar, a ser el más rápido; también a correr, a aguantar más que los demás y nadie lo alcanzaba; jugaba a andar en bicicleta, a pedalear muy duro y nadie lo alcanzaba. Ese niño creció, y el juego se hizo su modo de vida.
Hoy es triatleta, juega a competir y compite para ganar. “Esto es lo que he hecho toda mi vida. Juego para ganar y me ha dado buenos resultados”.
Crisanto e
s la figura del equipo mexicano de triatlón y hoy buscará coronar de nueva cuenta su juego, recordando la niñez que vivió en Xalapa.
“Mis padres hicieron mucho deporte y me lo inculcaron, tanto que querían que me dedicara al atletismo, pero no...”.
Allá en su ciudad hacían tres triatlones “y me metí al primero a los ocho años de edad, era muy padre: Tres deportes, tres actividades que eran las que hacía todo el día”.
Poco a poco le agarró el gusto a la adrenalina y la competencia: “Comencé a ir a Olimpiadas Nacionales y dije: ‘esto es lo que quiero’. Hoy, el triatlón es un deporte que tiene mucho nombre y seguidores en México , va creciendo y hay jóvenes detrás que vienen muy fuertes”.
Por eso, cada que comienza una competencia, Crisanto, a sus 32 años, recuerda su infancia, cuando corría, pedaleaba y nadaba en Xalapa “y es mi favorito. Lo que empezó como un juego es ahora mi trabajo, me divierto y me apasiona mucho; lo seguiré haciendo hasta que el cuerpo aguante”.
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