Gilberto Cardoso
es un judoca mexicano , quien desde el 5 de enero comenzó una travesía alrededor de diversos países en busca de su clasificación a los Juegos Olímpicos de Tokio y hoy se encuentra en Rusia a la expectativa de conseguir regresar a México en plena crisis por el coronavirus , ya que el país ha cerrado sus fronteras.
Cardoso, queretano de nacimiento, comenzó su campamento en Austria, de ahí estuvo compitiendo en Israel, Alemania y Francia, mantuvo su estadía en España, donde tuvo que desembolsar 200 euros (215 dólares) para pagar una visa y poder viajar a Rusia a un evento que fue cancelado días antes cuando ya se encontraba en ese país.
Ahora varado en tierras ex soviéticas, no sabe cómo volver. "Estaba en España, se estaba poniendo fea la cosa con el coronavirus, y tenía miedo de que llegando a Rusia me metieran de cuarentena, pero aun así me arriesgué y salió bien, aquí en Rusia la cosa está tranquila, no hay estado de alerta y la gente no está en pánico” , asegura.
El siguiente plan del atleta era viajar a Tbilisi en Georgia, ahí competiría del 27 al 29 de marzo en un grand prix que otorga puntos para el ranking olímpico, pero el evento fue cancelado; aun así, el joven de 20 años ha decidido desplazarse ahí, ya que quiere entrenar en esa ciudad, pues el sueño de unos Juegos Olímpicos lo mantiene firme.
“Voy viendo que Rusia ya cerró fronteras, no sé si tendré problemas para salir, aquí he estado una semana y media, después iré hacia Georgia, donde iba a competir en el Grand Prix de Tbilisi, pero como se canceló, pensé en entrenar ahí. Mi plan es estar dos meses hasta el campeonato panamericano y ver cómo se ponen las cosas, y si se pone mal, igual y me regreso a México o incluso no sé si pueda regresar".
Este viaje lo han costeado sus padres con ayuda del Instituto del Deporte y la Recreación del Estado de Querétaro (Indereq), ni la Federación Mexicana de Judo , ni la Conade intervinieron con este campamento programado para seis meses, por lo que su situación, podría complicarse.
“No hay un plan para regresarme a México, acá estoy por mi cuenta, ni la federación, ni Conade me mandaron, decidí venirme con el apoyo de mis padres y de Indereq, gracias a ellos estoy solventando esto, y en caso de que me quede varado no tendré otra más que esperar y aguantar”
, expresa.
Hace dos años Gilberto se posicionó como el número uno del ranking mundial en judo juvenil, tiene casi toda su vida practicando esta disciplina, y cinco años decidió abandonar su casa para entrenar en el Centro Nacional de Alto Rendimiento (CNAR).
En 2019 se consagró en competencias de categoría seniors pese a todavía ser juvenil, por ello, al comenzar a sumar puntos en el ranking internacional la posibilidad de sus primeros Juegos Olímpicos comenzó a ser latente.
Hoy, en medio de una pandemia por Covid-19 , Gilberto busca la fuerza para concentrarse en Tokio. “Es duro y es difícil, no es tan bonito como muchos creen, que el estar viajando es una experiencia padre, la verdad es que es muy duro estar solo por acá en una cultura totalmente diferente, entrenando durísimo, hay veces que los días son buenos y cuando son malos termino casi llorando, deprimido, pero gracias a Dios tengo a mis papás y mis amigos que me apoyan .
El atleta sigue pensando en su meta principal, que son Juegos Olímpicos, “puede que se cancelen o no, pero no pierdo la concentración, así se hagan a finales de año yo tengo que ir a como dé lugar” , sentencia.
Con la cancelación de competencias, Cardoso ha perdido la oportunidad de sumar puntos para la clasificación; la última esperanza de buscar su boleto es en el campeonato panamericano senior que sigue programado del 26 al 28 de junio en Montreal, Canadá, de meterse a la final, Cardoso tendría su pase; siempre y cuando, la pandemia por coronavirus haya cesado.