Parece que el subdirector del Deporte en la Conade , Adolfo Fierro , es flexible al uso que se da a las instalaciones en las que trabaja y también respecto a quién ingresa. Resulta que Fierro utilizó los camellones de la Conade para realizarse una “limpia”.
Sí, una “limpia”. La mujer que hacía el rito incluso puso inciensos alrededor del directivo, al tiempo que lo frotaba con una palma. El problema de que el subdirector de la Conade haya hecho esta práctica no son sus creencias, sino que las instalaciones de la Comisión son propiedad federal y una persona que realiza ese tipo de prácticas no debería tener autorización para ingresar a éstas, teniendo en cuenta los criterios tan rígidos que impuso la presente administración.