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adriana.reyes@eluniversal.com.mx
En cuatro años como profesional, Alexander Zverev ha conseguido lo que muy pocos tenistas en el circuito: estar dentro de los mejores cinco del mundo y recibir los halagos de figuras como Roger Federer y Rafael Nadal.
El alemán es considerado por los expertos como el sucesor del Big Four y, para cumplir con las expectativas, decidió dejar a su entrenador español Juan Carlos Ferrero y recibir la asesoría de su compatriota Boris Becker, a partir del Abierto Mexicano de Tenis.
“Es un honor para mí contar con él. Creo que mi nivel puede mejorar mucho. Hace algunos años, Boris compartió la cancha con mi padre, así es que estoy muy feliz”, comentó el jugador de 20 años.
Zverev no ha tenido un inicio de temporada favorecedor. En el Abierto de Australia, cayó prematuramente y sólo ha podido participar en un par de torneos.
“Lo tomo con calma. Sé que las cosas mejorarán a partir de Acapulco y no me desespero. Una virtud que debemos tener como jugadores es mantener la mente fría”, afirmó.
Ganador de dos Masters 1000 en 2017, Sascha tiene en mente uno de los trofeos más importantes del circuito: un Grand Slam.
“En mi carrera, he vencido a mi ídolo Roger Federer y también a jugadores como Novak Djokovic; estoy seguro de que, si me enfoco en mi preparación, no pasará mucho tiempo antes de ganar un grande”, sentenció.
Becker, de 50 años, acompañó a Djokovic hasta finales de 2016 y logró grandes éxitos junto al serbio. Tenía interés en volver a dirigir a un tenista, aunque a tiempo parcial, pues tiene un puesto en la Federación de su país.