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Nacer en Estados Unidos no te garantiza entrar directamente al PGA Tour . El proceso sí es más accesible, pero de los cientos de golfistas que terminan su etapa en los programas universitarios, sólo algunos llegan a la máxima categoría directamente.
Patrick Flavin, de 22 años de edad, triunfó por primera vez como jugador profesional en el Bupa Match Play del PGA Tour Latinoamérica, un circuito de crecimiento para aquellos que siguen con el sueño de entrar a los torneos más prestigiosos del mundo.
El egresado de Miami University vive la misma experiencia de los latinoamericanos que viajan a Estos Unidos para competir, pero a la inversa.
“Después de graduarte, lo más difícil es saber dónde vas a jugar. Cuando estás en la universidad, vas a los campos más bonitos del país. Al terminar, para muchos no hay un plan como tal, tienes que ir a unos clubes en pésimas condiciones y te defiendes por ti solo. Cuando logré mi pase al Latinoamérica [al ganar la Q Series de Brasil] fue un gran logro y un cambio para seguir con el proceso”, relata Flavin a EL UNIVERSAL Deportes , tras su victoria de ayer en el Paraíso Golf Club, en Playa del Carmen.
El estadounidense no se da por vencido. Toda su niñez y adolescencia se enfocó en convertirse en profesional y no permitirá que le cierren las puertas rumbo al PGA Tour , con todo y los desafíos que esto representa.
La agenda del estadounidense tiene enlistados 16 torneos por todo América, desde el norte hasta el sur. No existe espacio para el desgaste físico o mental.
“He trabajo mucho para acostumbrarme a los viajes, hoteles y nivel de competencia. Necesito mantenerme sano, comiendo bien y atento a todos los movimientos que necesite hacer. Es cuestión de adaptarse, es muy complicado, pero es parte del crecimiento como jugador”, explica.
Flavin
puede presumir su título en su primera campaña como profesional. Parece que la victoria estuvo fácil, mas fue todo lo contrario.
En sus últimas cuatro participaciones no pasó el corte y sólo tenía 6 mil 326 dólares en premios. Para clasificar al Web.com Tour, circuito previo al PGA Tour, se necesita estar entre los cinco golfistas con mayor ganancia económica al término de la campaña en Latinoamérica.
El triunfo de ayer le dio un estímulo de 30 mil dólares, buenísimos para escalar posiciones justo a la mitad de la temporada.
“Nunca me había sentido tan bien después de esta victoria, es un impulso de confianza que necesitaba. Primero juegas por amor y, cuando te conviertes en profesional, compites por sobrevivir”, señala, con el trofeo de campeón a un costado de su codo izquierdo.
Con tanto viaje, el gasto económico necesita medirse con precisión, de lo contrario podría quedarse sin recursos para seguir en competencia.
“Si aspiras al profesionalismo, hay que buscar patrocinadores, porque pagar boletos de avión, semanas enteras en hoteles y caddies sale muy caro. Sin apoyo, es imposible mantenerte”.
Además de lo deportivo, Flavin se ha alimentado en lo cultural. Reconoce que era extraño de lo que sucedía al sur de su país. “Esta en este circuito me abrió los ojos en varios sentidos. No tenía idea de la diversidad que existe en estos países”.
Patrick apenas arranca su carrera y el sueño de llegar al máximo circuito sigue al alcance. Le falta mucho, mínimo dos temporadas más, para dar el salto, por lo que es consciente que no puede perder la calma y su nivel necesita elevarse cada semana.
“Requiere mucha paciencia. Hay cientos de grandes jugadores en Latinoamérica, Canadá, China y la competencia es durísima. Varios de ellos pasan años en las categorías inferiores hasta llegar al PGA Tour”.