La clavadista mexicana Samantha Jiménez Santos regresó a la fosa tras el percance que sufrió durante su participación en el selectivo nacional que se realizó en la Alberca Olímpica “Francisco Márquez” en enero pasado.
Dos meses después del incidente, la deportista originaria de Veracruz , comenzó a hacer entradas de 1 metro.
“La verdad estoy muy agradecida por todo el apoyo que me dio y por el que me sigue otorgando, estoy muy feliz”, indicó.
Para Samantha, su prioridad es estar bien y sería muy especial poder asistir al selectivo para los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018, además de estar en la justa veraniega, pues, dijo, todo puede pasar.
“Voy bien, ya estoy en una segunda etapa, ahorita me mandaron mis planes de entrenamiento. Estoy nadando un poco y haciendo entradas de 1 metro nada más, apenas es el principio, entonces para empezar está bien”, explicó.
El proceso básicamente, indicó, consiste en el trabajo que le mandó su entrenador y su fisioterapeuta de Canadá, que son ejercicios de equilibrio, pesas, cardio y ejercicios del agua.
La veracruzana comenzó en los clavados a los 11 años por su gusto a las alturas y a la adrenalina, “entonces fue algo que desde el principio vi y me gustó, entonces me entusiasma sentir que estoy arriba y que todo se ve chiquito desde lo alto y que puedes hacer las cosas y sentir esa adrenalina dentro”, expresó.
La clavadista mexicana tiene en su haber tres Panamericanos Juniors, dos mundiales Juniors, Grand Prix en Alemania, España, Canadá e Italia, además del Mundial de Budapest 2017, donde finalizó en noveno lugar en plataforma sincronizado 10 metros femenil junto a Gabriela Agúndez.