Casi 50.000 personas presencieron un partido de rugby en Australia que según sus organizadores registró la asistencia más grande del mundo a un evento deportivo desde que se impusieron restricciones a la reunión de personas por la pandemia del coronavirus.
Presenciaron una victoria de Queensland sobre New South Wales por 20-14 que fue una de las sorpresas más grandes jamás registradas en al rugby australiano.
Se decía que este era uno de los peores equipos de Queensland en décadas. Pero el conjunto tomó una ventaja de 20-6 gracias a un try del suplente Harry Grant a 15 minutos del final y luego resistió la furiosa reacción de su rival, jugando los últimos tres minutos con un hombre menos por la expulsión de uno de sus jugadores.
Queensland ganó así 2-1 la tradicional serie de tres encuentros conocida como State of Origin.