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Muchos piensan que en Estados Unidos los atletas universitarios son trabajadores por los cuales merecen un pago.
Ese pensamiento avanza y el lunes por la tarde en California fue aprobada por 72 votos contra cero por la Asamblea del Estado, la ley Skinner , un proyecto que permitiría a los atletas universitarios recibir un pago por el uso de su nombre, imagen y semejanza , ya sean estrellas de básquetbol, futbol americano o waterpolo.
Pero no todo está definido:
Una vez que las cámaras resuelvan las diferencias, la legislación se encamina hacia un obstáculo más significativo: el gobernador Gavin Newsom tendrá 30 días para firmarlo.
La medida entraría en vigencia el 1 de enero de 2023, y ha provocado la oposición de la NCAA, la Universidad de California y la Universidad Estatal de California, Stanford y la Universidad del Sur de California.
Varios atletas opositores a la NCAA como LeBron James han apoyado la iniciativa.
“Esta ley es un cambio de juego”, escribió James en sus redes sociales.
Por años el debate se ha centrado en la posibilidad de que los atletas universitarios reciban una parte de los cientos de millones que su esfuerzo deja como derrama económica.
Sin embargo cruzar el amateurismo al profesionalismo en una etapa universitaria implica muchos riesgos.
"Estamos firmemente en contra de cualquier cosa que conduzca a un sistema de pago por juego", dijo Larry Scott, comisionado de la Conferencia Pac-12, que tiene cuatro universidades en California y ocho fuera del estado.
Expertos señalan que las universidades en California podrían tener prohibido competir por los campeonatos de la NCAA porque tendrían una ventaja de reclutamiento injusta: ser capaces de atraer a los atletas con la posibilidad de sacar provecho de cualquier cosa, desde la venta de camisetas hasta los acuerdos de patrocinio.
El proyecto de ley podría producir otras complicaciones, por lo que aún no es tan viable la medida.