Su casco amarillo con una franja azul y otra verde hizo historia en las pistas, y su genio marcó a una generación que aprendió con el campeón brasileño de F1, Ayrton Senna, para muchos el máximo mito deportivo de este país sudamericano.
Cuando el piloto, con apenas 34 años, se estrelló el 1 de mayo de 1994 contra el muro de la curva de Tamburello, en el circuito italiano de Imola, no sólo enmudeció a su país. El accidente conmocionó a millones de personas en el mundo.
Un cuarto de siglo después, su imagen se mantiene como la del gran ídolo brasileño.
Una encuesta realizada en 2014, en el vigésimo aniversario de su muerte, mostró que 47% de los habitantes de su ciudad natal de Sao Paulo , la más poblada de Brasil, consideraban a Senna como el mayor nombre del deporte nacional. Pelé venía en segundo.
Hoy se realizará el Senna Day.
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