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A Martino le gusta el juego ofensivo

Expertos señalan que al argentino le gusta el juego ofensivo y la posesión del balón

Su principal idea es armar equipos que dominen a sus rivales, no echarse para atrás. Foto: ARCHIVO. EL UNIVERSAL
23/12/2018 |05:55
Redacción
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edgar.luna@eluniversal.com.mx

Se cuentan los días para que Gerardo Martino pise suelo mexicano, firme contrato y comience a trabajar con la Selección Nacional, de cara al Mundial Qatar 2022. Pero... ¿qué es lo que puede esperar el futbol mexicano con el director técnico argentino? ¿Qué es lo que cambiará?, ¿a cuáles futbolistas elegirá?, ¿cómo jugará?

Expertos consultados por El UNIVERSAL Deportes coinciden en una cuestión: al Tata le gusta “el futbol ofensivo, siempre apuesta por la portería rival... De otra manera, sería autotraicionarse”.

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Franco Marro, periodista deportivo de Rosario, ciudad natal del entrenador, es explícito al hablar de cómo juega y a qué futbolistas prefiere. “El Tata es un técnico al que le gusta atacar mucho. Siempre arma sus equipos de forma ofensiva, con la tenencia de balón fundamentalmente. Si queremos comparar, busca que sus equipos jueguen como el Barcelona o el Manchester City de [Josep] Guardiola, es como su espejo”, afirma.

El parado es importante y ha adoptado una forma básica y la ha implementado en todos los clubes o selecciones en que ha estado. “Su formación madre es el 4-3-3. Con dos extremos muy habilidosos y un punta clavado. El esquema es para jugar en forma ofensiva, siempre con la intención de hacerse los mandones en el terreno de juego”, agrega Marro. Para eso, debe tener jugadores “de buen pie”.

“Le gusta tener centrales con mucha salida. Su central insignia es el Gringo Gabriel Heinze, quien estuvo en el Real Madrid, la Roma, jugador que daba gran salida y que alguna vez fue lateral. Sus defensas por fuera deben pasar a la ofensiva constantemente, prácticamente deben transformarse en extremos, siempre preocupándose por hacer daño al rival”, afirma.

Es por eso que su principal cualidad es ponderar hacerle daño al adversario, no defenderse.