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Maribel Domínguez
vivía muy apretada allá en el Valle de Chalco. La situación era complicada. El padre de familia los abandonó, en la escuela las cosas no iban nada bien. Ante esto, Maribel tomó desde pequeña el rol de proveedora.
Sabía jugar al futbol y se “alquilaba”, “talacheaba” para jugar todos los fines de semana en equipos de hombres, para ganar los partidos y cobrar por gol marcado. Le decían la “Chiruca.” Y para que en las ligas no les reclamaran nada, se disfrazaba de hombre. Pero no alcanzaba, la casa allá en Chalco, seguía siendo pequeña.
El auto semiabandonado de su señor padre, fue vendido, pero no para agrandar la casa, sino para salir de las deudas, del día a día. Maribel siguió siendo la proveedora. Las selecciones estatales, las nacionales, hacía que llegara dinero por debajo del agua, pero seguía siendo insuficiente, la casa seguía en obra negra.
Así que había que buscar destino lejos del terruño, irse a Estados Unidos . Los equipos semiprofesionales de los Estados Unidos llamaron la atención de Domínguez, a quien ya comenzaban a llamar Marigol. Fue a Kansas, fue a Atlanta… Cayó dinero, la casa comenzó a cobrar forma, pero la liga estadounidense desapareció.
La obra volvió a quedarse parada. Maribel, entre llamados al naciente proyecto de Selección Mexicana Femenil , comenzó a involucrar su nombre con algunos directivos de la primera división mexicana. En el 2004 llegó la propuesta de inscribirla en el Atlético Celaya, que estaba en la segunda división.
No se concretó, pero el ruido que levantó hizo que en Europa se fijaran en ella. Se fue a España, al Barcelona, al Atlético de Madrid. Buenos años vinieron, fue colocada en el Top 5 de las mejores jugadoras del mundo. Y la casa allá en Chalco, comenzó a tomar forma, nuevamente.
De la mano de Leonardo Cuéllar, Maribel Domínguez se volvió junto a otras pioneras del resurgimiento del futbol femenil, como Fátima Leyma, Iris Mora y Mónica Vergara, en estandarte del equipo mexicano que fue a dos Copa del Mundo : 1999 y 2011, anotando un gol en cada una de ellas.
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Un gol de Maribel hizo que el equipo mexicano clasificara a los Juegos Olímpicos de Atenas en el 2004, donde también se hizo presente en la pizarra con un tanto. En el 2017, después de casi 20 años de carrera, Maribel colgó los botines.
Comenzó a inmiscuirse en los cuerpos técnicos de las selecciones femeniles, hasta que hace dos años fue nombrada técnica del equipo Sub 20 con el que consiguió la clasificación al Mundial que se celebrará en los próximos días en Costa Rica.
Hasta ahora, que ha sido separada del equipo junto con su cuerpo técnico, por lo que se dice, es una gran indisciplina. La casa en Chalco está terminada, pero la realidad es que Maribel Domínguez, la Marigol, la “Chiruca” nunca volvió a vivir ahí. Ahora, no se sabe dónde podrá volver a estar en paz.