Los Gallos Blancos del Querétaro son el peor equipo del torneo.
El empate a un gol ante el Atlético de San Luis, conseguido en el último momento, no les quita esa etiqueta, apenas tiene tres puntos en el torneo y no ha ganado.
Pero ser el que menos puntos tengan no quiere decir que sea el que peor juegue.
Gallos empató el partido en la agonía, gol de José Ángulo, que valió el juego, un juego que no desmereció y que los queretanos merecieron ganar.
Pero el futbol no es de merecer.
Empate en el Clásico de la 51, que se jugó como ya es costumbre en La Corregidora, a puerta cerrada.
Los Gallos de Mauro Gerk saben jugar por las bandas, sabes filtrar pelotas, lo que no saben es ser contundentes.
Además de tener enfrente un portero como Marcelo Barovero quién tuvo una actuación memorable durante la primera parte sacando remates a boca de jarro, como el de Ángel Sepúlveda y la volea de Ariel Nahuelpán.
El Atlético de San Luis hizo lo que sabe, jugar al contragolpe, aunque su pecado es tratar de jugar tan rápido que a sus jugadores no les da y desperdician oportunidades que pueden ser claras.
Pero Querétaro tiene.un enemigo oculto: la mala suerte.
Llegó el error, llegó un penalti y el gol del Atlético de San Luis, gol de Abel Hernández (54'), que parecía sentenciaba el juego, pero no porque Gallos se haya dado por vencido, sino porque entre Barovero y la mala suerte, no dejaron que el empate llegara.
Hasta el final, hasta la agonía cuando José Enrique Angulo remató con categoría para igualar el marcador.
San Luis se fue con la amargura de perder la victoria en los últimos minutos y llegar solo a ocho unidades.