Jornada de goleadas, todas en los partidos que involucraban a los cuatro “grandes”. El ranking de EL UNIVERSAL Deportes lo refleja, porque el América ha tomado la cima por primera vez en el torneo:
En una semana, ganó dos veces de visita (Pumas y Pachuca) y otra en casa (Cruz Azul), con marcador combinado de 13-0. En este momento, el máximo candidato al título.
No ganó su partido más importante en el campeonato, pero llegó a arrinconar a los Rayados en su propio estadio.
En el trámite del clásico regiomontano, fue ligeramente dominado, aunque el adversario no pudo superarlo.
Tenía dos partidos completamente ganables: ante un Monterrey plagado de suplentes y contra el Atlético de San Luis. De esos seis puntos, sacó uno.
Es la mejor muestra de que el futbol puede ser injusto. Domina a los rivales durante gran parte de los cotejos, pero ya lleva nueve sin ganar.
Ha ganado cuatro de sus más recientes cinco partidos y en Ciudad Universitaria mostró un “punch” descomunal.
Es cierto que ganó, pero no se vio bien. Ha perdido el vértigo que tenía en el ataque. Guillermo Almada se ve desesperado.
Lo bien que se había mostrado frente al Cruz Azul quedó en el olvido con su peor actuación en lo que va del torneo.
No ganar partidos que parecen accesibles es lo que impide a los Bravos ascender en esta lista.
Lleva dos victorias consecutivas y cada vez se ve más sólido. El siguiente reto es demostrarlo fuera del estadio Alfonso Lastras.
Es cierto que la esencia del bicampeón no se ha ido, pero cada partido sufre lo indecible. El sábado estuvo más cerca de perder que de ganar.
Todavía no gana con regularidad, pero el sinaloense ha dejado de ser ese conjunto que era un cheque al portador para los demás.
Prácticamente todo lo que había hecho bien durante este torneo se perdió con la goleada en casa. Fue un equipo sin idea.
La contundencia que tanta falta le había hecho apareció y por fin ganó un partido. Ahora, debe mantener el nivel.
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Jugó el mejor partido del campeonato frente a su "hermano mayor". Ahora sí mostró solidez en la zaga y anotó en momentos clave.
Recibir 11 goles en tres partidos es alarmante para cualquier equipo, mucho más si es uno de los “grandes” y en teoría fue armado para ser campeón.
Lo del sábado por la noche fue la más grande vergüenza vivida en la historia del equipo. Diego Aguirre ya se fue, pero hay muchos jugadores que deberían seguirle.
La buena noticia es que sólo recibió un gol, pero ahora no anotó y volvió a perder. Cada vez juega peor y se nota con nula confianza en sí mismo.