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Un América poderoso, vistoso y contundente aprovechó las incapacidades de su rival para sumar de a tres, ganar (2-4) y de paso mandarle un mensaje a Chivas, que hasta antes del Clásico Nacional presumían de tener uno de sus mejores torneos en la era reciente.
El equipo del Tano Ortiz no se complicó y sólo hizo lo que tenía que hacer, meter la pelota en el arco de Miguel Jiménez todas las veces que se les diera la oportunidad.
El festín azulcrema comenzó desde el minuto 1, con un balón que terminó estrellado al travesaño de Diego Valdés.
Poco tiempo después, al 15', Jonathan Rodríguez puso el primero de la noche, que comenzaba a apagar las esperanzas de un resultado positivo en el Akron para los rojiblancos.
Chivas intentó reaccionar con acercamientos de Carlos Cisneros y el 'Piojo' Alvarado, pero no hubo éxito ante Ángel Malagón.
Y en medio del "despertar" del Rabaño, el 'Cabecita' apareció de nueva cuenta al 37' (0-2) para exhibir que por la banda izquierda tenían todo para hacerle daño a los de Veljko Paunović.
Y para ir con más tranquilidad al medio tiempo, Leo Suárez al 41' puso el 0-3 en el marcador, anotación que silenció por segundos el inmueble de Zapopan.
Ya en el complemento el juego tomó otro color, primero por el regreso de Alexis Vega, quien ingresó para la reanudación, pero también porque el América amplió su ventaja, aunque claro, con sustos de las Chivas.
En el 52' Henry Martín puso el 0-4 y calentó las cosas al ir a festejar "marcando territorio" a la portería de Miguel Jiménez, acción que le valió ser amonestado.
Chivas de a poco intentaba ser peligroso y en una de esas un centro terminó en autogol de Emilio Lara a los 61' (1-4).
Tener ya uno en el marcador parece inspiró a los locales, que al 71' anotaron el segundo y eso fue gracias a un remate de Sergio Flores.
Luego de esto el partido se aplacó, con pocas jugadas de peligro y el América amarrando tres puntos en sus aspiraciones por darle un respiro al Tano Ortiz y de mantenerse en la parte alta de la tabla.