En Argentina se dice gol. En los barrios chilenos se habla de puntete, en griego se pronuncia stóchos, en japonés goru y en México se grita a toda garganta. De todas esas maneras ha festejado Leonardo Ramos, quien se ha convertido en el nuevo objeto del deseo del futbol mexicano.
Seguro van tras él. “Sé que las cosas pueden cambiar para el siguiente torneo, mas ahora sólo pienso en Lobos, pero si hay otro proyecto deportivo que me llame la atención, hablaremos”.
Comenzó en Nueva Chicago en Argentina, pasó a Chile, de ahí a Grecia, luego Japón y ahora México... “Me gusta viajar, aprender; uno va donde le llame el proyecto, no es cuestión de dinero, sino dónde jugar, donde el balón ruede estaré feliz”.
Parecería, al estar en tantos equipos, que es un tipo indisciplinado, o que sólo busca cómo agrandar su cuenta bancaria, pero no... “¿Porqué no duro en los clubes?, bueno, no es cosa mía. Voy a donde exista un buen proyecto deportivo, las directivas sean serias y yo esté a gusto. Me siento feliz en Lobos, la directiva cumple, el técnico va por todo, cuenta conmigo, cuento con mis compañeros y si fuera por mí, estaría mucho tiempo aquí”.
Pero la realidad es que sus horas como lobo pueden acabarse. Ocho goles en ocho juegos, de a gol por partido. Debutó en la jornada nueve y sólo en una fecha no ha gritado gol, puntete, stóchos o goru... El valor de su carta es de apenas 700 mil dólares... Así que seguro habrá varias ofertas por él.