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Por primera ocasión en los 75 años de historia de la hípica mexicana, un caballo pura sangre ha ganado 14 carreras de forma consecutiva. Su reciente triunfo en el Clásico del Caribe le valió a Kukulkán, para ser invitado al Pegasus World Cup, a realizarse el 26 de enero en Florida, competencia que tiene el segundo premio más alto en el mundo, sólo detrás de la Dubai World Cup.
El certamen reparte una bolsa de nueve millones de dólares, y la única forma de participar es por invitación.
Cuando se habla de Kukulkán, viene a la mente Secretariat, ganador de la Triple Corona en 1973 y primer ejemplar que se ubicó en la lista de mejores atletas norteamericanos del siglo XX, en la posición 35.
El corcel de cuatro años de edad es propiedad de cuadra San Jorge, en la que están pendientes de su respiración, de si tiene hambre, sed, o que su cama sea digna de un campeón de la Triple Corona mexicana.
Su padre es el semental Point Determined, hijo de Point Given, ganador del Belmont Stakes y del Preakness Stakes; y gracias a la sabiduría de Adriana Torres, encargada de la cuadra en asuntos ecuestres, se consiguió que su madre fuera The Real Mayo, hija de Bernardini, semental de renombre.
Point Given y The Real Mayo pertenecen a la cuadra, algo que los llena de orgullo.
“Para la gestación de un caballo de carreras tienes que ver los pedigrís y procurar que no esté cerca un familiar, porque de ser así, al final nacerá con una discapacidad”, señaló Adriana.
“Cuando encuentras un buen equilibrio los padres, con sus manos derechas y bien conformados, encontrarás velocidad y resistencia”, explicó.
Kukulkán ostenta el mejor posicionamiento que haya tenido un potro en México, algo histórico. “La influencia que deja es la prueba de que podemos seguir criando buenos caballos, con esa calidad y clase”, remató la experta.