“Yo prefiero que digan de mí después de mi carrera: fue una excelente persona a que digan fue una bestia del futbol, expresó el goleador de Tigres, André Pierre Gignac”, durante una rueda de prensa para anunciar una subasta de 105 balones de futbol, que representan cada uno de los goles que le llevaron a romper el récord para convertirse en el mejor anotador en la historia del equipo universitario.

Los balones que están cubiertos con motivos del arte huichol y cada uno fue adornado con un diseño exclusivo y único, serán subastados el 22 de febrero, con valores de arranque de 15 mil, 25 mil y 50 mil pesos, a fin de canalizar los recursos que se obtengan para beneficiar a más de cien niños, que sufren alguna problemática visual, fisura labial o palatina, epidermólisis bullosa (piel de mariposa), cardiopatía congénita, y/o discapacidad auditiva.

El evento de beneficencia se realizará en Gimau-Casa de Subastas, organizado por “COMUNIDAR” y “Fundación Gignac” a fin de apoyar el trabajo que realizan las asociaciones sin fines de lucro “Destellos de Luz”, “Cardiochavitos”, “Claypa”, “Debra", y “Ya Puedo Escucharte”.

El goleador felino inició su presentación: “Soy un hombre de pocas palabras, ya saben, pero son proyectos que me dan vida a mí, por todo el amor y el cariño que he recibido desde que llegué a esta ciudad; es algo que tengo que regresar”.

Agregó, “en mis tripas, en mi corazón y en lo más profundo de mí mismo, sé que tengo que ayudar, por todo lo que he recibido y ojalá en ese evento vayamos a recolectar lo máximo para poder ayudar a las cinco asociaciones. Gracias a Dios mis hijos están en salud increíble y eso me manda (obliga) a mí y entonces tengo la necesidad de ayudar y lo vamos a hacer bien.

Explicó que los 105 balones que fueron convertidos en obras de arte por una familia de artistas huicholes, se subastarán con precios de arranque de 15 mil 25 mil y 50 mil pesos, siendo tres los más importantes para él, y pujará para quedarse con ellos, uno de los cuales es el número 105, que representa el gol con el que impuso el récord como máximo anotador felino.

El delantero francés señaló que solamente con ver el resultado de los casos de niños que han recibido atención por su apoyo, y con los que ha convivido, vale la pena ayudar, pues se les evita mucho sufrimiento.

Recordó que durante la pandemia en la concentración del equipo recibió a un niñito que tenía la piel de mariposa “y no saben el dolor, el sufrimiento de esos niños, yo le quería dar mil abrazos, no se pudo, estaba lleno de bandas y solamente con poder ayudar y mejorar un poco su calidad de vida, aminorar su sufrimiento hago esto, por el resultado y por mejorar muchas cosas en ellos”.

Mencionó que este proyecto nació hace tres años, y la idea surgió porque recibió un regalo de arte huichol por parte de un aficionado, y los balones que están listos desde hace dos años, sirvieron también para darle trabajo a seis integrantes de una familia de Nayarit, donde participaron un abuelo, sus hijos y nietos.

Volviendo al propósito de esa iniciativa señaló, “todavía hay niños que nacen con el paladar hendido, queremos que eso se pare y ayudar al máximo, también vi unos videos de niños que pudieron escuchar por primera vez y las reacciones de los papás y de los niños es increíble, eso queremos hacer, enseñar a México que podemos ayudar en muchas cosas.

Dijo Gignac que si difunde estas acciones en redes sociales es para que la gente sepa que podemos apoyar más, que se debe apoyar a la gente que lo necesita. Su fundación, expresó, nació del caso particular de la niña francesa Zoe que vino acá a Monterrey donde hay el único tratamiento en el mundo para ese tipo de cáncer. Su esperanza de vida era de nueve meses y pudo vivir unos dos años y medio más, lo que fue increíble para sus papás.

“En su memoria tenemos que seguir adelante y poder apoyar al máximo de niños en México”, comentó.

El goleador francés señaló que si por esta subasta se acercan más asociaciones para pedir apoyo “estamos listos, tengo un equipo detrás de mí, creo que es importante también veremos la próxima campaña con quién tenga una necesidad urgente, vamos a pensarlo bien, pero por lo pronto vamos a enfocarnos en cinco asociaciones que hacen una labor increíble para los niños; pero claro que en el futuro estaremos listos, y queremos ayudar más y no sólo a niños sino también a personas mayores”.

Gignac declaró que la mayor enseñanza que ha recibido de estos niños es a ser agradecido porque tiene a sus hijos con una salud impecable, aunque al nacer también Edencito el pequeño mexicano, el futuro, durante siete meses en Francia no habían visto nada, y llegando a México detectaron algo que no se pudo ver en Francia. Por eso, dijo, “también estoy agradecido con México, porque eso se resolvió viendo el problema acá con el doctor.

y no sabemos lo que hubiera pasado si me hubiera quedado en Francia porque no se había visto el problema.

Por eso, recalcó, hay que ser agradecidos por todo lo que tenemos, y también si recibimos mucho amor, mucho cariño, intentar regresarlo, ayudando, incluso colaborando con otros compañeros o rivales deportivos, y estamos hablando con el Club Tigres para hacer algo en común, “así que yo estoy abierto porque si sumamos de uno en uno vamos a llegar muy lejos y los niños lo necesitan, son el futuro de México, ya nosotros estamos viejitos más o menos”, señaló sonriente.

Así que no le preocupa si se acercan más asociaciones a pedir apoyo, porque también más gente apoyará, declaró Gignac y aprovechó el micrófono para invitar a los que tengan recursos “nos ayuden a llegar lo más lejos posible”.

Se preguntó al francés cómo le nació ese gesto de solidaridad con los más vulnerables o necesitados, y asentó: “por mi sangre tal vez, por mis papás, por la sangre gitana”.

Prosiguió, “les voy a contar algo sobre mi vida personal, mi abuela a mis dos años tuvo un accidente muy grave cuando iba a los mercados a vender ropa de mujer, y le amputaron las dos piernas”.

Siendo muy pequeño estaba acostumbrado a ayudar, “ y siempre tuve un sueño diciéndole a mi abuela que yo quería jugar futbol con ella, a mis cuatro años, imagínese, entonces ella tuvo la fuerza para hacerse, trabajar también porque no es fácil (conseguir) prótesis, y con un pase que me hizo en el jardín de la casa familiar, fue suficiente para darme esa emoción (del futbol) y algo increíble que le había pedido, que parecía increíble para ella, lo logró”.

Así que esas historias hacen que naciera en mí, no sé si por mi papá o por mi mamá, poder ayudar y querer ayudar, pero también ahora con el alcance que puedo tener, sin ser agrandado, hay que difundir, hay que ayudar, querer ayudar, pero no es fácil, hay situaciones muy difíciles, estamos en un país donde hay pobreza creo que mucho más que en en el mío, así que de ahí vienen mis ganas de ayudar, declaró el goleador felino.

Gignac confesó que dar conferencias no es lo suyo. “Lo mío es la cancha, no me gusta aparecer siempre en los periódicos hablando las mismas cosas: hoy ganamos lo tres puntos, perdimos tenemos que trabajar más, son las respuestas típicas, sino hablar cuando tenga que decir cosas importantes, por eso tengo una conferencia por torneo nos va a tocar pronto.

Comentó el francés, soy totalmente diferente en la cancha y fuera de ella. “Lo que ven en el terreno de juego soy competitivo, un poco loquillo, impulsivo por la competición, por la pasión, por el amor a la pelota, pero yo creo ser otra persona afuera de la cancha.

“Yo prefiero que digan de mí después de mi carrera fue una excelente persona a que fue una bestia del fútbol; prefiero el lado de persona que el lado de futbolista porque al final dejamos huellas, sí; goles sí, copas sí. Pero la institución siempre va a estar, nosotros algún día nos vamos a ir, sí me voy a convertir en fiel aficionado, la institución y el aficionado es el que se queda, a fin de cuentas, mi legado prefiero que sea de forma personal” más que el profesional como hombre de fútbol, concluyó.

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