El futbol suele pasar por encima de los que se quedan viviendo de recuerdos, anclados en la nostalgia de la gloria pasada. La historia está para ser contemplada, para honrarla o para extraer enseñanzas de los errores cometidos, pero el futbol se vive y se mide en tiempo presente. El aquí y ahora es lo que cuenta. Y esa actualidad marca que un Milan decadente en lo futbolístico se reencuentra con un Zlatan Ibrahimovic de 38 años. Club y centro-delantero unen sus destinos ocho años y medio después de que fueran una sociedad exitosa para la conquista del último scudetto, en la temporada 2010/11, con 14 goles del sueco, en un equipo en el que estaba acompañado por Thiago Silva , Nesta, Gattuso, Seedorf, Ronaldinho, Pirlo, Robinho y Pato , entre otros.

Al final de la temporada siguiente, en 2012, Ibrahimovic se fue a Paris Saint Germain junto con Thiago Silva, en lo que fue el principio del declive que sigue hasta estos días de Milan, coincidente con la entronización de Juventus, que monopolizó los últimos ocho scudettos. El rumbo deportivo e institucional se perdió desde que Silvio Berlusconi vendió el club a un fondo chino, que luego lo transfirió a uno norteamericano, aunque en Italia son insistentes los sospechas de que el magnate italiano sigue teniendo el control.

El poder de los recuerdos es muy fuerte. Una inmensa mayoría de tifosi de Milan explotó de entusiasmo con la noticia del regreso de Zlatan, que viene de jugar durante dos años en los Angeles Galaxy, donde en 2019 lo dirigió Guillermo Barros Schelotto, marcó 52 goles en 53 encuentros y se despidió con una frase muy propia de su elevado ego: "Querían Zlatan y les di Zlatan. Vine, vi y vencí. Gracias a Los Angeles Galaxy por hacerme sentir vivo otra vez. La historia continúa, ahora vuelvan a ver béisbol". Que volvió a sentirse vivo no fue una concesión gratuita: debido a la lesión en una rodilla, en su última temporada en Manchester United había disputado menos de 10 cotejos.

Por lo pronto, Milan consiguió un golpe de efecto, se dejó de hablar del humillante 5-0 que sufrió ante Atalanta en el último cotejo antes del receso por las Fiestas. El equipo de Stefano Pioli, un director técnico que pasó por trece equipos del calcio sin ningún título en su palmarés, se ubica undécimo en la Serie A, a ocho puntos de la última plaza clasificatoria para las copas -la ocupa Cagliari, sexto, en Europa League- y a siete unidades del primer equipo que está descendiendo, Brescia. Zlatan hizo público el fuerte sentimiento que lo vincula con Milan ("Regreso a un club al que respeto enormemente y a la ciudad de Milán que amo''), pero su objetivo era otro, soñaba con ir a Napoli.

Desde hace mucho lo atrae la magia del club en el que jugó Diego Maradona y un presente que lo tiene en octavos de final de la Champions League, con una serie frente a Barcelona. El dueño de Napoli es Aurelio De Laurentis, un productor cinematográfico que periódicamente visita Hollywood, cerca de donde estaba Zlatan. Hubo conversaciones, pero todo quedó dinamitado con el enfrentamiento que hubo entre el plantel de Napoli y De Laurentis, que despidió a Carlo Ancelotti tras la clasificación a la etapa decisiva de la Champions. Las otras dos propuestas no seducían a Zlatan: una provenía de China, donde se impondrá un límite salarial de tres millones de euros al año para los extranjeros, y la otra fue de Watford, de la Premier League. Otra llave que abrió la puerta de Milan la tuvo su agente, el influyente Mino Raiola, que lleva la carrera de otros cuatro futbolistas del plantel: Gianluigi Donnarumma, Suso, Romagnoli y Bonaventura.

Zlatan llega con el pase en su poder, es gratis para Milan. En su carrera generó 169.100.000 de euros con sus transferencias. Pasó por Malmö, Ajax, Juventus, Inter, Barcelona, Milan, PSG, Manchester United, LA Galaxy y Milan.

Proporcionalmente, Ibrahimovic será el futbolista mejor pago de Milan, con cuatro millones de euros por seis meses, en un contrato que en junio puede ser prorrogado por otra temporada. El mejor remunerado en Milan es el arquero Donnarumma, con seis millones por temporada. Todavía no se sabe qué número llevara el sueco, pero la venta de camisetas ya es todo un suceso. La N° 9 es del polaco Krzysztof Piajtek , que no está repitiendo su buena temporada pasada y podría salir en el mercado del invierno europeo. Zlatan está de vacaciones en Suecia. Una de las incógnitas es su estado físico y ritmo futbolístico. Su último partido en LA Galaxy fue el 25 de octubre. Para Milan, la Serie A se reanudará el 6 de enero, frente a Sampdoria, pero se especula con que Zlatan podría debutar por la Copa Italia, el 15 de enero, contra SPAL.

Otro misterio es cómo se acomodará Ibrahimovic en una formación modesta, de la que el entrenador Gennaro Gattuso se alejó al final de la temporada anterior porque los dirigentes, con el ilustre Paolo Maldini como director del área técnica, le dijeron que no había dinero para refuerzos. El goleador en el torneo es un defensor, el francés Theo Hernández, con cuatro. En el sistema 4-3-3 habitual de Milan, Zlatan tendría a sus costados al turco Çalhanoglu y al español Suso. Nada muy ilusionante. Milan brilló por última vez hace ocho años, luego se fue Zlatan, que ahora vuelve de veterano, casi en tiempos de homenaje.

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