En dos días todo se derrumbó en Rayados. El viernes las Rayaditas perdieron la final ate el acérrimo rival, Tigres en la femenil.
Y este sábado el equipo varonil, uno de los favoritos para llevarse el título fue eliminado por Tijuana en cuartos de final. Fracaso de Antonio Mohamed por donde se vea. Algo tiene el BBVA porque toda su hermosura no ayuda para que Monterrey pueda volverse un equipo triunfador.
Ante Tijuana, Rayados mordió el polvo. Unos Xolos que entraron de rebote a la Liguilla, jugando a no ganar pero tampoco a perder; jugando ratonera pero efectivamente. Triunfo de 1-2 en la vuelta, 2-3 en el global. Suficiente para romper el proyecto del Turco Mohamed en Monterrey, al que le queda un año de contrato pero ante los fracasos tan constante, quién sabe lo que sucederá. Xolos ladró y mordió.
¿Qué es lo primero que les dice un técnico a sus jugadores cuando vienen con ventaja? Estén muy atentos a los primeros quince minutos, pues el rival saldrá a comerse el mundo en Rayados pasó una de dos cosas: O Antonio Mohamed se les olvidó advertirle a sus futbolistas de esto, o simplemente sus jugadores no le hicieron caso. Desde el silbatazo inicial Xolos salió a morder, literalmente, a ir por el balón, la prensa y el gol. Idea clara: apretar el medio campo, y tomar en el mano a mano a los centrales regios. Minuto 5, roba Musto, se le da a Bolaños quien dispara, la pelota pega en Vangioni y elude a Hugo González para abrir el marcador a favor e la visita.
Y ya con el gol que se necesitaba Xolos se fue unos metros atrás, pero sin perder de vista el plan inicial. Apretar y mandar a sus “perros solitarios”. Minuto 22, Rivero traba, quita, y proyecta a Bou quien le roba la ventaja y la pelota a Chema Basanta, da a Juan Lucero y el segundo se festeja. Monterrey nunca deja de luchar, de abrirse espacios. La primera que tiene Dorlan Pabón la vuela y las siguientes son detenidas por Gibrán Lajud. La cancha está floja. Los jugadores van fuerte al balón pero aprovechan lo resbaloso del césped y se van de la pierna.
Fernando Guerrero comienza a amonestar en busca de paz y Xolos a tirarse en busca de ganar tiempo. Y como en el primer tiempo Rayados no estuvo atento, en el segundo Xolos fue quien pecó. No había pasado ni un minuto cuando Avilés Hurtado asistió a Dorlan Pabón para que fusilara a Laujd. El juego se abre. Rayados encima y Xolos juega a lo largo. Tijuana sufre al defender, Monterrey llora al no poder anotar.
El Cantante se traga un penalti sobre Carlos Sánchez. La desesperación cae sobre Mohamed. El juego se calienta cada vez más. Faltas por todos lados, conatos de bronca por otro. Monterrey ve que s ele acaba el tiempo y Xolos no sabe cómo hacer que corra el reloj más rápido.
El Turco, desesperado, mete al novato Misael Domínguez en busca de un milagro. Pero los regates faltan o sobran. Los disparos van muy cruzados o son rebotados. Los centros nunca llegan a su destinatario. No era la noche para Monterrey. No era el fin de semana de la institución norteña. Todo se derrumbó y quién sabe donde acabará.
Y este sábado el equipo varonil, uno de los favoritos para llevarse el título fue eliminado por Tijuana en cuartos de final. Fracaso de Antonio Mohamed por donde se vea. Algo tiene el BBVA porque toda su hermosura no ayuda para que Monterrey pueda volverse un equipo triunfador.
Ante Tijuana, Rayados mordió el polvo. Unos Xolos que entraron de rebote a la Liguilla, jugando a no ganar pero tampoco a perder; jugando ratonera pero efectivamente. Triunfo de 1-2 en la vuelta, 2-3 en el global. Suficiente para romper el proyecto del Turco Mohamed en Monterrey, al que le queda un año de contrato pero ante los fracasos tan constante, quién sabe lo que sucederá. Xolos ladró y mordió.
#Video Así celebraron los jugadores de Xolos la anotación de Miler Bolaños pic.twitter.com/Zs4H11AtWj
— Universal Deportes (@UD_UnivDeportes) 6 de mayo de 2018
¿Qué es lo primero que les dice un técnico a sus jugadores cuando vienen con ventaja? Estén muy atentos a los primeros quince minutos, pues el rival saldrá a comerse el mundo en Rayados pasó una de dos cosas: O Antonio Mohamed se les olvidó advertirle a sus futbolistas de esto, o simplemente sus jugadores no le hicieron caso. Desde el silbatazo inicial Xolos salió a morder, literalmente, a ir por el balón, la prensa y el gol. Idea clara: apretar el medio campo, y tomar en el mano a mano a los centrales regios. Minuto 5, roba Musto, se le da a Bolaños quien dispara, la pelota pega en Vangioni y elude a Hugo González para abrir el marcador a favor e la visita.
Y ya con el gol que se necesitaba Xolos se fue unos metros atrás, pero sin perder de vista el plan inicial. Apretar y mandar a sus “perros solitarios”. Minuto 22, Rivero traba, quita, y proyecta a Bou quien le roba la ventaja y la pelota a Chema Basanta, da a Juan Lucero y el segundo se festeja. Monterrey nunca deja de luchar, de abrirse espacios. La primera que tiene Dorlan Pabón la vuela y las siguientes son detenidas por Gibrán Lajud. La cancha está floja. Los jugadores van fuerte al balón pero aprovechan lo resbaloso del césped y se van de la pierna.
Fernando Guerrero comienza a amonestar en busca de paz y Xolos a tirarse en busca de ganar tiempo. Y como en el primer tiempo Rayados no estuvo atento, en el segundo Xolos fue quien pecó. No había pasado ni un minuto cuando Avilés Hurtado asistió a Dorlan Pabón para que fusilara a Laujd. El juego se abre. Rayados encima y Xolos juega a lo largo. Tijuana sufre al defender, Monterrey llora al no poder anotar.
#Video Se calientan los ánimos en el juego entre #Rayados y #Xolos pic.twitter.com/KXLyomAb9k
— Universal Deportes (@UD_UnivDeportes) 6 de mayo de 2018
El Cantante se traga un penalti sobre Carlos Sánchez. La desesperación cae sobre Mohamed. El juego se calienta cada vez más. Faltas por todos lados, conatos de bronca por otro. Monterrey ve que s ele acaba el tiempo y Xolos no sabe cómo hacer que corra el reloj más rápido.
El Turco, desesperado, mete al novato Misael Domínguez en busca de un milagro. Pero los regates faltan o sobran. Los disparos van muy cruzados o son rebotados. Los centros nunca llegan a su destinatario. No era la noche para Monterrey. No era el fin de semana de la institución norteña. Todo se derrumbó y quién sabe donde acabará.