Julio Zamora, el mítico jugador de Cruz Azul en los 90
, se instaló en Querétaro junto con su familia con la esperanza de encontrar trabajo en el futbol y en otras actividades, para recuperarse totalmente de los problemas de salud que lo hicieron abandonar la dirección técnico en el futbol de Bolivia.
Pero la realidad es que no le ha ido nada bien. Primero no le cumplieron lo que le prometieron en aquel duelo de leyendas de Cruz Azul y Atlante realizado en el estadio Azul en pasados días, y ahora un "vivales" se ha aprovechado de él.
Resultado que un supuesto sobrino de Pedro Duana , quien fuera su compañero en La Máquina se le acercó y le ofreció un negocio, sólo tenía que invertir cerca de 10 mil pesos, y Zamora, confiado en el supuesto sobrino de su amigo, se los dio e inmediatamente éste desapareció.
El extremo, gran compañero de Carlos Hermosillo , no las trae todas consigo, fue apoyado por la directiva cementera y amigos para pagar las cuentas de hospital que dejó en Bolivia, pero no encuentra la estabilidad económica y laboral.