El saldo blanco con el que parecía iba a terminar el Clásico Nacional se esfumó en los minutos finales del duelo entre América y Chivas.
Ya con el marcador 3-1 a favor de las Águilas, la afición rojiblanca comenzó a abandonar el Estadio Azteca y las burlas americanistas no se hicieron esperar.
Los seguidores del Rebaño respondieron con agresiones y todo terminó en una batalla campal en las tribunas. La seguridad tardó en aparecer.
Fueron los seguidores Rojiblancos los que se llevaron la peor parte. Familias con niños corrieron para resguardarse en las rampas del Coloso de Santa Úrsula.
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