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La salida de jugadores clave, la confrontación directa con Matías Almeyda y la llegada de futbolistas con poco cartel podrían significar el preludio del adiós a una época que empezó en octubre de 2002, cuando Jorge Vergara irrumpió en el balompié mexicano tras adquirir al Guadalajara.
Los diversos problemas económicos y personales que atraviesa el empresario tapatío lo han hecho contemplar la posibilidad de desprenderse del Rebaño Sagrado, según confirma a EL UNIVERSAL Deportes una fuente allegada a la cúpula de la institución.
Por ahora, la más sólida podría venir por parte de José Luis Higuera, CEO del Grupo Omnilife-Chivas, quien ya trabaja para reunir a un grupo de inversionistas que le ayuden a realizar una oferta que sea atractiva para su actual jefe. El también empresario ya es dueño del Atlético Zacatepec, en el Ascenso MX, pero le seduce la idea de quedarse a cargo de las Chivas, a las que ha controlado en el ámbito administrativo durante los más recientes años.
Otra propuesta podría venir a cargo de Eduardo Leaño Espinosa, presidente socio de Desarrolladora Mexicana de Inmuebles y Nurban, que son empresas dedicadas a la construcción de centros comerciales, edificios de oficinas y viviendas verticales, además de desarrollos urbanos y campos de golf.
Según el más reciente estudio realizado por la revista especializada Forbes (octubre de 2017), las Chivas tienen un valor de 278.8 millones de dólares, para ser la más costosa de la hoy llamada Liga MX y una de las tres mejores tasadas en el continente americano.
Leaño podría buscar la adquisición solo o unirse con Germán Larrea Mota Velasco, uno de los empresarios más influyentes de México, según revela la fuente. Es el director ejecutivo de Grupo México, el consorcio minero más grande del país y el tercero de mayor impacto en el mundo, aunque es quien más ajeno ha estado a la situación del club.
Ese que podría vivir sus últimos meses bajo la gestión de Vergara, hoy metido en otros temas.