El momento era muy complicado. Justo en el segundo set del duelo por la medalla de bronce, Luis Álvarez tiró un 2 que pudo ser dilapidario. Las opciones de la primera presea para México en los XXXII Juegos Olímpicos , y la más rápida en la historia del país, bien pudieron esfumarse, pero Alejandra Valencia lo calmó y devolvió al camino para ganar el primer metal tricolor en la justa.
"Realmente,
(le comenté) nada. Fue decirle que volviera en él, porque puede hacerlo", comentó la arquera. "En sí, lo que le dije es que regresara, porque sabe hacerlo".
Escueto discurso que valió para despertar al " Abuelo ", quien en el siguiente set tiró 10 en dos ocasiones seguidas, puntos que fueron clave para subirse al podio.
"Son emociones encontradas, porque yo lo hubiese querido un poco diferente, no tan invadido de la emoción del rendimiento, pero es un sueño hecho realidad",
compartió el arquero. "De mi parte, me quedé un poco corto, pero se consiguió el resultado".
Es lo que le impide sonreír abiertamente. Ha escrito ya su nombre en la inmortalidad del deporte mexicano, pero sabe que le alcanzaba para más.
"Algo tengo que hacer con mi forma de ser, porque constantemente estoy en este tipo de situaciones, pero afortunadamente conté con Alejandra Valencia, quien me apoyó siempre",
reconoció.
Su insatisfacción contrastó con la alegría de su compañera, quien de alguna forma se sacó la espina de lo sucedido hace cinco años en Río de Janeiro, cuando finalizó en el cuarto puesto.
"Estoy muy feliz, porque hemos trabajado mucho para esto. Peleamos en la semifinal, pero nos ganaron
(los surcoreanos) " , lamentó. "En el último duelo, lo logramos, pero sólo es el principio, porque como equipo aún nos quedan tres posibles medallas, así es que vamos bien".
Conseguir la presea más rápida en la historia del deporte mexicano en unos Olímpicos los motiva a incrementar la cosecha.
"Más que un augurio, significa que sí se puede"
, aseguró Valencia. "Estoy confiada en el trabajo que se ha hecho".