Más Información
Senado destaca aprobación de 16 reformas constitucionales; entre ellas al Poder Judicial y Guardia Nacional
Trump y sus amenazas a México, ¿puede injerir en asuntos políticos del país?; esto dice la Constitución
De Mexicali a Buckingham; estudiantes mexicanos participarán en desfile internacional "London’s New Year’s Day Parade”
Sheinbaum supervisa avance del Trolebús Chalco-Santa Martha; se reúne con Delfina Gómez y Clara Brugada
Reinserta lanza campaña “Los otros Santas”; busca concientizar sobre el reclutamiento infantil por la delincuencia organizada.
adriana.reyes@eluniversal.com.mx
Una y otra vez, Juan Martín del Potro ha tenido que reinventarse. Ya sea por lesiones, pérdidas personales o controversias deportivas, el tenista argentino se ha visto forzado a remar contracorriente buena parte de su larga carrera.
Pero su mentalidad, forjada desde el seno familiar por unos padres que debieron superar la muerte de su hermana, no le permite derrumbarse aún en los momentos más complicados.
“Tengo mucho amor propio y estoy consciente del sacrificio y esfuerzo que se debe tener en el tenis. Teniendo esas características es que puedo salir a la cancha y hacer lo que me gusta que es pegarle a la pelota. A veces me salen las cosas y otras no, lo más importante es que a pesar de todo lo que me ha pasado, aún me siento pleno”, cuenta la Torre de Tandil a EL UNIVERSAL.
Cuando a Juan Martín le fallan sus servicios de 200 kilómetros por hora o simplemente el dolor de sus muñecas, operadas en cuatro ocasiones, le impiden conseguir un buen resultado, se va de pesca, tal y como en su niñez.
“Es una de las cosas que amo hacer cuando no estoy jugando o en un avión, incluso me gustaría hacerlo cuando regrese a México para el Abierto de Los Cabos. También disfruto de mis amigos, charlar con ellos y me gusta mucho observar el futbol”.
Después de caer cientos de lugares en el ranking, Delpo está nuevamente en el top ten, convencido de que su fortaleza le permitirá llegar aún más lejos.
“Los partidos que he disputado no sólo han sido en la cancha sino contra mis lesiones. En la vida he estado a punto de perder juegos pero he podido darle la vuelta y llevarme el triunfo”.
El tenista de 29 años de edad lleva con orgullo la bandera de Latinoamérica en un circuito dominado por europeos.
“Que bueno que pueda ser yo quien los represente y ojalá otros puedan seguir mis pasos y colocarse entre los mejores. Yo ya estoy en la última parte de mi carrera, ya casi tengo 30 años y un camino recorrido bastante largo. Ojalá vengan muchos más a dejar bien parada a nuestra zona”.
La resurrección deportiva de Juan Martín ameritaba un libro: “El milagro de Del Potro”, escrito por Sebastian Torok.
“Ojalá pueda inspirar a mucha gente y que sepan que se pueden superar las adversidades”.
Delpo siempre se persigna al terminar un partido. Lo hace por su hermana, a quien envía un mensaje hasta el cielo.
“Mi familia ha sido parte fundamental en mi carrera, sin ellos no habría llegado tan lejos”.
¿Se ve jugando a los 36 años como Roger Federer?
“No, aunque aún quiero estar un tiempo jugando; él simplemente es el mejor y está perfecto tanto física como mentalmente. Mientras la salud me acompañe voy a jugar todo lo que pueda’”.
Juan Martín se coronó en el Abierto de Acapulco el sábado pasado tras vencer al sudafricano Kevin Anderson.
“De México me llevo los mejores recuerdos, El público es de los más efusivos que me ha tocado ver y eso siempre es un aliciente al jugar”.