Luis Alfonso Sosa
guardará silencio en lo que respecta a su despido, hasta que llegue a un acuerdo con la directiva del Atlético de San Luis en cuestión de su finiquito, en lo cual no debería de existir problema ya que al ser despedido deberá de cobrar íntegro lo que le restaba de su contrato, más indemnización si fuera el caso.
Pero Sosa ya no es problema para el Atlético mexicano, ahora don Alberto Marrero , quien hace de presidente, aunque las órdenes las dan otros, debe de convencer a los jugadores de jalar parejo, aunque estos se sientan traicionados al haberles quitado a su técnico, con el que ascendieron a la Liga MX y con quién llevaban una buena campaña y relación.
El problema será sobretodo tratar de unir a los "grillos" que maquinaron la salida de Sosa, los argentinos Ricardo Centurión y el portero Axel Werner quien en esta misma sección hablamos, llegaba para ser impuesto como cancerbero titular al no poder jugar con el Atlético de Madrid, pero como Sosa no se dejó intimidar, y mantuvo a Carlos Felipe Rodríguez, lo comenzaron a grillar.
Eso, la injerencia de promotores, de argentinos en España y españoles en México, fue contra todo lo que tuvo que pelear Luis Alfonso Sosa quién sólo quería trabajar.