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El Sevilla y el Cádiz empataron a uno en un duelo andaluz del que se salieron reforzados los gaditanos, que mantienen la fe en la permanencia y amargaron a los sevillistas, que, con un juego muy discreto y errático, decepcionaron y se ven frenados en su lucha por amarrar un puestos en la Liga de Campeones.
El delantero marroquí Youssef En-Nesyri, a los 7 minutos , adelantó a los locales, aunque los gaditanos reaccionaron bien y recogieron el fruto a su mejor juego en el segundo tiempo al igualar con un golazo de falta directa de Lucas Pérez, que, magistral, puso el balón en la escuadra derecha de Bono tras una pérdida y una posterior falta cometida por Joan Jordán.
Era un duelo andaluz con mucho en juego, más allá de la rivalidad territorialidad, porque a ambos casi les iba la vida para alcanzar sus dispares objetivos en esta recta final: al Sevilla, tercero, refrendar su plaza de 'Champions' y seguir en la pelea por la segunda; y al Cádiz, cuarto por la cola con sólo un punto más que el antepenúltimo, continuar fuera del descenso.
No valían estadísticas -muy negativas para los cadistas en Nervión- ni ninguna condición, a priori, de favorito, pues ambos conjuntos tenían claro que sólo les servían los puntos. En el once de Julen Lopetegui, un solo cambio: el extremo argentino Erik Lamela por el mexicano Jesús 'Tecatito' Corona , con el marroquí En-Nesyri de nuevo como ariete.
El técnico del Cádiz, Sergio González, sí apostó por más variaciones, hasta seis respecto a la última derrota por 2-3 ante el Athletic, con un planteamiento más conservador al reforzar su medio campo y dejar solo en punta a Lucas Pérez, en detrimento del exsevillista Álvaro Negredo.
Así, además de Lucas Pérez , refrescaron al conjunto amarillo el central Fali Giménez por Víctor Chust; los medios José Mari, Álex Fernández y el danés Jens Jonsson, por el lesionado Rubén Alcaraz y Fede San Emeterio y el marroquí Oussama Idrissi, ambos con pasado sevillista: y el extremo Rubén Sobrino por el hondureño Choco Lozano.
El partido comenzó con mucho ritmo, con el Sevilla volcado en ataque y el Cádiz más conservador , aunque sin renunciar al ataque. Sin embargo, pronto los hispalenses iban a rentabilizar su manifiesta superioridad, en posesión del balón y en acciones de ataque, al adelantarse a los 7 minutos con el 1-0 de En-Nesyri.
El delantero marroquí, que puso fin así a su racha de siete meses sin marcar -no lo hacía desde el 25 de septiembre ante el Espanyol-, cabeceó a gol un córner botado por el croata Ivan Rakitic al ganarle la posición a Luis Hernández.
La primera mitad fue de color blanquirrojo , pues los sevillistas tuvieron dos opciones más de gol en sendos tiros de Lamela, uno de córner directo para intentar sorprender y otro muy escorado, pero el meta argentino Conan Ledesma resolvió a la perfección ambas acciones.
El Cádiz, sin embargo, no reculó tras encajar el gol, más bien al contrario, pues tiró hacia adelante y dominó a partir de los últimos 20 minutos del primer tiempo, con ocasiones del danés Jonsson, bloqueada por Rakitic; de José Mari, en un tiro que desvió con la testa Koundé; y, en especial, de Lucas Pérez al filo de la media hora, aunque un paradón del marroquí Yassine Bono evitó el gol.
En la reanudación siguió la misma tónica, pero el equipo de Sergio González dio un paso adelante ante el nerviosismo del Sevilla y fue ahora el que llevó el peso del partido, con más ambición y más jugadas ofensivas, al contrario que en el comienzo del primer tiempo.
La apuesta de Sergio le creó mucho s problemas a un Sevilla ramplón , sin ideas ni profundidad para generar peligro de verdad, lo que le dio alas a un conjunto amarillo que presentó un planteamiento muy serio y solvente, para nada defensivo, y que fue el protagonista de una segunda mitad que dominó y en la que logró que los de Lopetegui se sintieran impotentes, incapaces de dominar a un rival mucho más intenso e incisivo.
Esto se tradujo en el 1-1 del Cádiz con un gran gol de Lucas Pérez a los 66 minutos , en un remate impecable y espectacular que dio en el larguero antes de colarse en la meta de Bono. Un gol que es el tercero consecutivo del delantero gallego y que, a priori, vale su peso en oro para el reto de la salvación que tienen los gaditanos.
En el lado contrario, el Sevilla, muy irregular, nervioso atrás e impotente para revertir la situación en un partido en el que se le escapó totalmente el control, atacó en los últimos minutos a la desesperada, pero sin éxito alguno, como en sendos intentos del brasileño Diego Carlos en el 79 y de En-Nesyri en el 88.
Al final, justo empate del Cádiz, que fue mejor en más fases del encuentro, frente a un Sevilla que, con la única celebración de los 600 partidos cumplidos como sevillista por su incombustible Jesús Navas, demostró que ha llegado tocado a la recta final de LaLiga y que deberá seguir peleando para amarrar su puesto en la Liga de Campeones.
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