El Real Madrid sumó hoy su sexta derrota en la actual edición de la Liga española de fútbol al perder por 3-2 en el campo de un Sevilla que aprovechó las enormes distracciones de los blancos.
El partido, aplazado en su día, sirvió para demostrar que el Real Madrid tiene su cabeza puesta en la final de la Liga de Campeones y que le está estorbando este final del torneo español. Está actualmente a 18 puntos del Barcelona y perdió la oportunidad de igualar al Atlético en la segunda posición.
El Sevilla se está jugando sus opciones de disputar la próxima edición de la Liga Europa y se notó. El conjunto andaluz, ahora entrenado por el carismático Joaquín Caparrós, puso toda la intensidad que le faltó a un Real Madrid lleno de suplentes.
Jesús Vallejo formó junto a Sergio Ramos la pareja de centrales del equipo blanco y acusaron enormes desajustes. Ambos erraron en los dos primeros goles del Sevilla.
El primero llegó a los 26 minutos en un balón en largo que prolongó Luis Muriel para que Ben Yedder marcara en el mano a mano con Kiko Casilla, otro jugador del Real Madrid que no tuvo su noche.
El equipo local amplió su cuenta justo antes del descanso en otra falta de entendimiento de los defensas visitantes. Lo aprovechó el mexicano Miguel Layún para ampliar la cuenta sevillista sin oposición.
El Real Madrid pareció insinuar algo más de intensidad en el comienzo de la segunda parte, pero tiró buena parte de sus opciones al desperdiciar a los 58 minutos un penal sobre Lucas Vázquez. Ramos estrelló su lanzamiento en el travesaño.
Fue una noche pésima para el capitán del Real Madrid , un jugador que fue del Sevilla y que con el tiempo se convirtió en uno de los más odiados por el Sánchez Pizjuán.
Para redondear su desafortunada actuación, Ramos se marcó un tanto en propia puerta a seis minutos del final para sentenciar el triunfo del Sevilla, cuya grada enloqueció.
De nada le sirvieron a los blancos el gol de Borja Mayoral a tres minutos del final y otro tanto en el descuento gracias a un penal que, esta vez sí, marcó Ramos. El triunfo era ya propiedad de un Sevilla que vuelve a tener legítimos sueños de Liga Europa.