Marco Antonio "Chima" Ruiz
está a un partido de subir al podio de los técnicos campeones del mundo, un podio en el que sólo están Jesús Ramírez y Raúl Gutiérrez por haber ganado los Mundiales Sub 17 del 2005 y 2011, respectivamente.
Pero, ser campeón del mundo no te garantiza fama, fortuna y trabajo en las grandes ligas del futbol mexicano. Ramírez y el Potro son la muestra.
Jesús Ramírez,
campeón del mundo en el Mundial de Perú 2005, se mantuvo en el aparato federativo por casi cuatro años. Después de ganar el Mundial dirigió al equipo nacional Sub 20 en el Mundial de Canadá, donde no pasó de octavos de final y dirigió un par de partidos en la Mayor en calidad de técnico interino. Salió de la FMF para dirigir al América un año durante un año con magros resultados en el 2010. Después de su experiencia en América vagó como comentarista en televisión y en empresas privadas hasta que hace un año fue contratado como presidente deportivo en Pumas.
Raúl Gutiérrez,
campeón del mundo Sub 17 en 2011, estuvo hasta el 2016 en selecciones, donde dirigió Centroamericanos y Juegos Olímpicos en Río de Janeiro. Después de salir de la Federación dirigió al Atlante en el Apertura 2017 y se quedó sin estar dentro del futbol organizados dos años hasta que hace unas semanas fue nombrado técnico de los Potros de la Universidad Autónoma del Estado de México.
Así que si el "Chima" espera que ganando el Mundial 2019 de Brasil, tendrá el mundo a sus pies, está en un error, porque la fama en el futbol es efímera y la fortuna no siempre llega de la mano.