Luego de año y medio de su nacimiento, la Liga MX Femenil ha cambiado la vida de cientos de jugadoras que aspiran a un futbol de primer nivel en México. Pero, su apoyo no sólo es en lo deportivo, sino en otros aspectos de la vida como lo académico y la maternidad.
¿Se puede ser madre y futbolista profesional al mismo tiempo?
Sí. Es el caso de Ana Karen Llamas , defensa central del representativo femenil del Toluca.
La institución mexiquense le brindó las facilidades en su crecimiento futbolístico y para el cuidado de su hija.
“Fue complicado porque venía de un embarazo y llegué al equipo apenas terminé la cuarentena, tuve que sacrificar tiempo con mi hija que se había quedado en Guadalajara , mientras me adaptaba al equipo, pero ya está conmigo, mi familia me ha apoyado mucho, mi mamá me la cuidó en el tiempo que no la pude traer [a Toluca ], además la gente de aquí [del equipo] me apoya mucho con ella.
“Es complicado, pero se trata de ponerte objetivos y hacer dos cosas. Como mamá y futbolista les quiero decir a las mamás que quieran cumplir sus sueños, que no se rindan. Sí se puede”, relató la tapatía de 25 años a EL UNIVERSAL Deportes.
Aunque la diferencia con el ramo varonil es grande por los sueldos y la asistencia a los estadios, la Liga MX Femenil va en crecimiento, aseguró Llamas Martínez.
“He disfrutado mucho esta etapa, es una gran experiencia que haya una Liga para nosotras, se nota en la felicidad que provoca en todas. Creo que no podemos compararla como la varonil, pero se dará poco a poco para que se siga apoyando, si hacemos buen papel, la gente vendrá a vernos… el boletaje no es caro, está en en nosotras el mejorar”.
Ana Karen
empezó a vestir de escarlata a mediados de 2018. Pero va por más… una carrera universitaria.
“Estoy en la preparatoria, vamos a meternos a la Universidad y estudiar Cultura Física y del Deporte . Se ve el apoyo del futbol femenil, en Toluca nos apoyan también con el horario de entrenamiento y entienden que nosotras queremos estudiar una carrera, en otros deportes, la atleta posiblemente habría tenido dificultades para seguir con ambas cosas (jugar y ser madre), en mi caso no fue así, hay un gran apoyo del Toluca y de la Liga ”, agregó la zaguera con el dorsal #5.
Por su parte, Shajaru Meis, también jugadora de las Diablas , coincide con Llamas al señalar que lo mejor que pudo sucederle es la Liga MX Femenil, un certamen al que le apostó todo, para dejar atrás una formación en Estados Unidos.
“La Liga ha sido algo sorpresivo para todas las mujeres de México, hasta ahora una experiencia inolvidable, de las etapas que más he disfrutado por ser parte de esta Liga , espero sigan las alegrías”, mencionó la lateral de 20 años de edad.
Más allá de probarse ante la institución, enrolarse fue una difícil decisión porque tuvo que dejar “el sueño americano”.
“En 2017 regresé de vacaciones con mi familia [a México ] y no tenía intenciones de quedarme, pero me entero que se abre la Liga . Hago pruebas en Toluca , le interesé al profe Juan Carlos Mendoza . Fue una decisión difícil, porque yo vivía en Atlanta, Georgia , estaba becada en la Universidad, pero decidí regresar a México y cumplir mi sueño de jugar profesional.
“Toda mi vida, desde los ocho años, he jugado futbol. Soy de Toluca, y en Estados Unidos no tuve oportunidad de jugar profesional, sólo universitario, pero veo que el nivel no está lejano, falta seguir trabajando”, aseguró Meis, quien desea concluir su licenciatura en Economía y Negocios Internacionales.
Respecto a las diferencias de sueldos y promoción con el futbol varonil e n México, Shajaru confía en que la rama femenil mejore, según su experiencia con el cuadro mexiquense, al cual, ha defendido desde el Apertura 2017.
“Es grato que nosotras ya podamos tener la oportunidad de jugar profesionalmente y seguir mejorando. Se ha visto mejoría de sueldos de cuando la liga empezó, esperemos que siga así, porque ha sido sacrificio de tiempo con mi familia y amigos, de perderte cumpleaños, fiestas, pero creo que al final vale la pena”, concluyó la dorsal 26.
La Liga MX Femenil
es un escenario de claroscuros, como el del Guadalajara que retiró sueldos y becas a tres de sus jugadoras y justo en el cierre de registros, mientras que el Toluca ha procurado a sus juveniles para que cumplan sus sueños dentro y fuera de la cancha.
