Con el paso del tiempo, el Estadio Azteca ha dejado de ser ese monstruo que espantaba a todos los rivales de la Selección Mexicana , o al menos así lo indican los últimos resultados.
El crecimiento algunos equipos en la Concacaf , el tema de la altitud para propios y extraños, el horario, las remodelaciones que le quitaron impacto a la monstruosidad del Coloso de Santa Úrsula … Algo ha hecho que el inmueble deje de incomodar a los que se presentan ahí.
Alberto García Aspe
, mundialista en 1994, 1998 y 2002, considera que actualmente el Azteca no pesa, por diversas situaciones: “Ya a ninguna selección le da miedo, en nuestra época nadie quería venir. Jugábamos a mediodía y era diferente, hoy se juega de noche y afecta menos. Ha dejado de pesar, es una realidad, ahora cualquiera te pinta la cara. La Federación Mexicana podría cambiar, pero para mí el Azteca tiene que seguir siendo la sede de local”.
En las eliminatorias rumbo a Alemania 2006 y Sudáfrica 2010 , el combinado nacional mantuvo al Azteca una fortaleza; sin embargo, para Brasil 2014 sufrió como nunca y consiguió su pase por la vía del repechaje. Rumbo a Rusia 2018 reencontró el camino y ganó el boleto sin contratiempo. Ahora, con Gerardo Martino van dos encuentros en los que “el equipo no funciona y contra Canadá fueron exhibidos”, según Aspe.
Durante mucho tiempo, se decía que los dos mil 240 metros de altitud de la Ciudad de México eran un aliado más de la Selección, “hoy ya no es una amenaza”, menciona Daniel Ipata, quien fuera preparador físico del Tri y de equipos, como Pumas o Cruz Azul. Ahora, “la preparación física de los futbolistas, los adelantos médicos y las estrategias para minar los efectos de la altitud han hecho que las afectaciones sean mínimas y no pesen tanto. Una estrategia bien implementada hacen que si antes el daño era de un 30 o 40 por ciento, ahora es de apenas un 10”, como ahora lo ha hecho Honduras que llegó a Cuernavaca .
En contraparte y a pesar de una de las respuestas del público a lo que veía en la cancha fue volver a hacer el grito discriminatorio (lo cual no juega a favor de este estadio), Carlos Salcido considera que el Azteca debe ser la casa de la Selección: “Es un gran escenario para nuestro futbol. Cada eliminatoria será más competitiva”.
Lee también: La Selección se le fue de las manos al Tata