llegó al banquillo de la Selección Mexicana en marzo de 2019. Todo marchaba perfecto, pero su era comenzaba a tener una mancha: los goles en balón detenido.
En el terrible 2021, la cuota de goles en contra para el Tri de Martino, en pelota parada, llegó a ocho después de la final de la Nations League contra Estados Unidos. El porcentaje era de 30% y los resultados adversos destacaban dicha estadística como un grave problema.
Después de aquella final, México recibió 20 tantos más, cuatro anotaciones más por esta vía, situación que aumentó el porcentaje a 37.5. El título de la Copa Oro lo perdieron, de nueva cuenta ante los estadounidenses, en otra jugada en pelota detenida.
“Lo que más destaco de los juegos pasados es el trabajo a balón parado, es como Estados Unidos nos ganó en los partidos anteriores”, declaró el Tata, previo al juego contra Estados Unidos en la eliminatoria mundialista.
Guillermo Ochoa es el arquero más castigado, con seis goles de los 12 recibidos por esta vía; Jonathan Orozco y Alfredo Talavera, otros que lo han sufrido.
Mañana y el miércoles, frente a Costa Rica y Panamá, respectivamente, en el Estadio Azteca, la Selección Nacional podría amarrar o complicar su pase a la Copa del Mundo de Qatar 2022. Son 32 goles los que ha permitido México desde la llegada del técnico argentino; sin embargo, hay una vía que suele ser catastrófica: la pelota parada.
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