Gerardo Martino empezó a su estilo el proceso rumbo a la Copa del Mundo de Qatar 2022. Con el argentino al mando, la Selección Mexicana entró en concentración máxima.

El Tricolor se ubicó en el centro Olímpico de Chula Vista, situado a 23 kilómetros de San Diego, California, donde enfrentará el viernes a Chile, en lo que será el primer compromiso del Tata como entrenador nacional.

La mayoría de los futbolistas arribaron a Tijuana, para después cruzar la frontera norte de México; los que llegaron al aeropuerto de San Diego, fueron trasladados a la concentración. Los últimos en reportar fueron los europeos.

Hirving Lozano y Érick Gutiérrez, del PSV Eindhoven, y Guillermo Ochoa, portero del Standard de Lieja —que perdió la conexión en Frankfurt, Alemania—, llegaron por la tarde directo a tierras estadounidenses. Los últimos en saludar al nuevo cuerpo técnico de la Selección fueron los jugadores del Real Betis, Andrés Guardado y Diego Lainez.

Con la nómina que convocó al 100%, el estratega argentino todavía cerrará más su concentración, ya con su filosofía bordada en sus nuevos jugadores.

Con un par de entrenamientos programados por día, el combinado tricolor se moldea a las órdenes de Martino.

Las prácticas del sudamericano son sencillas, pero intensas. Mucho trabajo en los pases cortos y precisos, movimientos por los costados y con un delantero en la punta, porque así es el esquema que suele emplear.

El Tata fue muy astuto en solicitar los microciclos, para que un puñado de los convocados entendieran los puntos básicos en su sistema. La jaqueca llega con los europeos, quienes todavía no están familiarizados con el cerebro del argentino. Podrán tener su jerarquía, mas si no logran esa conexión con el cuerpo técnico, Martino podría apartarlos de la titularidad, porque esto es un nuevo proceso y es él quien está a cargo.
ramon.trevino@clabsa.com.mx

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