Con la vuelta del público a los estadios, también regresó otro fenómeno. La reventa y la venta de piratería. El
de Pachuca no es la excepción. Como siempre, al acercarse al inmueble, los primeros que reciben son los revendedores, que de inmediato hacen la pregunta: "¿Cuántos va a querer?", "¿Casi al precio?".
La venta de boletos fue por internet. Los precios en reventa iban de mil a 700 pesos. La realidad es que no había mucha demanda. Y también, alrededor del estadio, tirados en el piso, aparecieron las camisetas, chamarras, banderas y demás artículos de Chivas y Pachuca , piratas..., que iban de 100 a 250 pesos.
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Para el juego entre Pachuca y Guadalajara , el gobierno de la ciudad de la capital de Hidalgo , elevó el aforo permitido por cuestiones de la pandemia, a un 40 por ciento, lo que es alrededor de 10,400 personas. Y parece que la mayoría de los asistentes al juego por el repechaje, son de Chivas .
Las largas filas de aficionados eran rojiblancas y antes de ingresar al inmueble su temperatura era checada por las máquinas automáticas, además de que eran completamente sanitizados por la gente del staff. Ya dentro del inmueble los fanáticos debían dirigirse a su asiento en donde no deben moverse.